El acusado, llamado Domingo, de 29 años de edad, sufrió una crisis, y su familia, al parecer su madre, llamó por teléfono para pedir ayuda. Era un día de intensa lluvia y un médico y una enfermera se desplazaron a la propiedad del perturbado, en las afueras de Sineu. Cuando llegaron el joven les esperaba armado con una escopeta y les explicó que los iba a retener «porque soy terrorista del IRA». El facultativo y su ayudante se asustaron por la actitud del demente, y no pudieron determinar si el arma estaba cargada o si era de cartuchos. Intentaron hacerle entrar en razón, pero Domingo seguía muy exaltado y no les dejó marchar. Al final, según contó ayer Josep Oliver, alcalde de Sineu, se avisó a la Guardia Civil «que en ese momento no tenía patrullas disponibles» y luego a la Policía Local. El facultativo, harto de esperar bajo la lluvia y jugándose el tipo, hizo frente al perturbado y le espetó que se marchaba. Afortunadamente, Domingo no disparó y los dejó irse.
El muchacho, días después, protagonizó otro incidente sonado. Encerró durante 48 horas a su madre en la habitación de su casa, acusándola de ser «una nazi». Cuando la liberó, la mujer pidió ayuda y la Guardia Civil se personó en la finca. Les recibió Domingo vestido de guardia civil y les aclaró que no había retenido a su madre, sino que la había detenido: «Es nazi y mi obligación era detenerla». El acusado fue arrestado y después ingresó en el centro psiquiátrico de Palma. A finales del mes pasado la Policía Local de Sineu ya clausuró el bar que Domingo regentaba, que apareció repleto de basura, preservativos y algunas prendas femeninas tras una «noche loca». En la nevera del establecimiento se localizaron moscas y se comprobó que las condiciones higiénicas sanitarias desaconsejaban abrirlo en los próximos días.
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