En la noche del pasado día 10 la Policía Local fue informada de un robo en un coche estacionado en una calle. El dueño del turismo facilitó una descripción física detallada del sospechoso, que había huido, y cuando los funcionarios llegaron coincidieron con un peatón que coincidía con esas características. Se trataba de M.A., de 29 años, que desde el primer momento mantuvo una actitud hostil y agresiva.
Los policías le pidieron la identificación personal y el joven, cada vez más violento, se negó. Los agentes notaron que había consumido alguna sustancia estimulante y pidieron refuerzos, porque todo indicaba que sería necesario reducirlo a la fuerza. Y en efecto, el magrebí se resistió con fuerza y durante el forcejeo rompió el dedo de uno de los funcionarios, que tuvo que ser atendido en un centro hospitalario. Finalmente, el sospechoso fue arrestado, le colocaron los grilletes y lo trasladaron a las dependencias policiales, donde siguió sin colaborar. Las diligencias fueron traspasadas a la Guardia Civil, que ya lo ha pasado a disposición judicial.
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