Habitualmente, los extranjeros apresados en operaciones antidroga y de contrabando son ilegales, pero en este caso los nueve marroquíes tenían sus papeles en regla y supuestamente trabajaban legalmente en España, aunque su actividad real era el narcotráfico. La Policía Judicial de la Guardia Civil, y sobre todo el EDOA (Equipo contra la Delincuencia Organizada Antidroga), están volcados en la localización de los tres marroquíes que huyeron el domingo, ya que al menos dos de ellos son piezas importantes en el engranaje de la organización. Numerosos agentes están 'peinando' la Isla, día y noche, en busca de los sospechosos, que están plenamente identificados.
Abderraziz A., de 41 años, fue detenido ayer y es el hermano de uno de esos tres prófugos. Su relación con el desembarco no ha trascendido, pero todo indica que prestó apoyo logístico. La declaración de los nueve primeros arrestados se prolongó hasta bien avanzada la noche en el Juzgado de Instrucción Número 3 de Palma y su titular, José Castro, ordenó el encarcelamiento de todos ellos al considerar que existían pruebas más que suficientes para implicarlos en el desembarco de los 7.000 kilos de hachís.
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