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La siguiente historia roza lo inverosímil, incluso puede llegar a tener su parte irónica, pero más bien debería servir para reflexionar sobre la gran cantidad de personas que viven y acaban muriendo en soledad.

Antonia Izquierdo, una trabajadora de la copistería de la planta baja indicó: «Hace 14 años que estoy aquí. Antes lo había visto por la calle y a veces tiraba basura al patio, pero hace siete u ocho años que dejaron de tirar basura y no lo habíamos vuelto a ver. Creíamos que lo habían llevado a una residencia pero ahora nos acabamos de enterar de que lo han encontrado muerto y lleva unos años, nos ha sorprendido porque nosotros no hemos notado ningún tipo de mal olor en este tiempo».

Hace dos semanas, la Policía Local de Palma recibió una queja por el estado de abandono de un primer piso ubicado en el número 8 de la calle Francesc de Borja Moll, entre las calles Oms y Reina Esclaramunda, es decir, en pleno centro de Palma. La vivienda está en una finca de planta baja y cuatro alturas, casi enfrente de la sede de Comisiones Obreras. En la planta baja hay una copistería y arriba sólo hay un piso por planta.

La Policía Local acudió a la vivienda pero no encontró a nadie. La mayoría de ventanas estaban abiertas y por las que dan a la parte trasera entraban y salían palomas. Detrás, también había una sábana, una alfombra y algo de ropa tendida desde hacía bastante tiempo.

Así, se iniciaron una serie de gestiones. Los agentes tuvieron constancia de que en este piso vivió una mujer viuda y su hijo. En 1997 la mujer falleció y su hijo, Pedro Belmonte, heredó el piso, siguió viviendo en el mismo y continuaba empadronado allí. No obstante muchos de los vecinos y conocidos de este hombre indicaron que no lo veían desde hacía años.

Como la Policía Local no logró encontrarlo, ayer por la mañana se solicitó la presencia de los bomberos para acceder al piso. Cuando éstos entraron, a través de una ventana de la fachada, encontraron los restos del cadáver sobre la cama. Pedro, de 58 años, padecía cirrosis hepática y murió en 1999. Sin embargo, nadie se había dado cuenta hasta ayer. Al parecer, el fallecido no tiene más familia en Mallorca. El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) se hizo cargo de la investigación y se informó al juzgado de guardia.

En el segundo piso no vive nadie desde hace años y sus dueños residen en otra zona de Palma. El hermano de la dueña se acercó al lugar y afirmó: «Acabo de enterarme y estoy que no me lo creo, creíamos que este hombre ya no vivía aquí». El responsable de un negocio vecino de la finca señaló: «Ayer se incendió un contenedor aquí delante. Esta mañana, al ver a los bomberos, creía que pasaba lo mismo pero después he visto que subían al piso. Dicen que han encontrado un hombre que había muerto hace años y creo que es triste que nadie se haya dado cuenta durante todo este tiempo».