Llorenç, la víctima de las extorsiones, ayer en su negocio de Santanyí. Foto: ASSUMPTA BASSA

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El estanco de la víctima está ubicado en la calle Porta Murada, muy cerca del Ajuntament de Santanyí. Curiosamente, junto al negocio suele haber aparcados coches de la Policía Local, pero esa circunstancia parece ser que no intimidó a los dos extorsionadores, un marroquí y un español.

Se trata de dos heroinómanos que frecuentan el poblado de Son Banya. El primero de ellos, el magrebí, conoció hace un tiempo la situación de Llorenç, el dueño del estanco, y consideró que podría ser una víctima fácil. Durante meses, y acompañado de otro implicado, lo sometió a extorsiones económicas, hasta que la Benemérita tuvo noticias de lo que estaba ocurriendo y actuó. Hay constancia de pagos de 600 y 500 euros, con una frecuencia no determinada, y hace pocas semanas el marroquí y su acólito de entonces fueron arrestados por aquella extorsión continuada.

Sin embargo, al menos el magrebí parece ser que no escarmentó. Tras quedar en libertad regresó el sábado al estanco de Santanyí, con un nuevo hampón, y le exigió a Llorenç, el responsable del negocio, el pago del «impuesto». La víctima consiguió ponerse en contacto con la Guardia Civil y una patrulla acudió rápidamente a la calle Porta Murada, lo que puso en huida a los dos delincuentes. Un testigo los vio subirse a un coche y facilitó el modelo y el color del vehículo. Minutos después, el turismo fue localizado en la carretera hacia Palma. Un coche patrulla se colocó justo detrás y le dio el alto, a través de señales acústicas y luminosas. En un primer momento el conductor fugado no reaccionó pero finalmente, al verse atrapado, detuvo el automóvil en el arcén y él y su acompañante fueron detenidos.