Estos supuestos hechos no habían sido conocidos por la madre hasta hace aproximadamente unos seis meses cuando, en ocasión de llevar a su hija, a consulta psicológica la niña se lo contó a los profesionales de la salud y estos a la vez dieron cuenta a los Servicios Sociales quienes solicitaron a la madre que interpusiera la correspondiente denuncia ante la Policía, al objeto de que se investigaran los hechos.
El padre, presunto autor de la agresión sexual a su hija de pocos años, se hallaba en aquel entonces bajo los efectos de alcoholismo y estaba siguiendo una terapia de deshabituación con ayuda de psicólogos. Desde que su hija se hizo mayor dejó de realizar dichos abusos. En aquellas fechas, al parecer, obligaba a la niña a desnudarse y a visionar películas pornográficas al tiempo que realizaba a la niña tocamientos en sus partes íntimas con la introducción de sus dedos en la zona vaginal. Mientras realizaba estos tocamientos el padre se masturbaba.
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