Nieves R.L., acompañada por su letrado, José Ignacio Herrero, a la salida de la vista. Foto: E.L.V.

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El fiscal solicitó ayer la vuelta a la cárcel de Nieves R.L., la mujer de 40 años acusada de uno de los episodios de maltrato que más ha conmocionado a Mallorca en los últimos tiempos. La mujer estaba acusada de zarandear y golpear a su hijo adoptivo tras una discusión, que acabó con el pequeño encoma, y con lesiones neurológicas irreversibles.

En una vista celebrada en la Audiencia Provincial, el fiscal desgranó los tres motivos de su petición: la alarma social que supusieron los hechos, la gravedad de la agresión y el riesgo de fuga. Sin embargo, esta petición se realiza con varios meses de retraso con respecto a las previsiones iniciales. Además, el fiscal ya interpuso otro recurso el pasado mes de septiembre, y que fue desestimado por el juez de Instrucción 12 de Palma. En esta última ocasión el Ministerio Público utiliza los mismos argumentos que el juez ya calificó de «no admisibles». El titular de Instrucción 12 argumentó entonces que no había riesgo de fuga porque se trata de una mujer «perfectamente integrada en sociedad y que cuenta con el suficiente apoyo familiar». También se basaba en un informe psicológico que describía a Nieves como «una persona con un desarrollo y vida actual normales» y que experimentaba «sentimientos de culpa por lo sucedido». A pesar de ello, el fiscal resaltó entonces su «frialdad afectiva».

La agresión tuvo lugar el 6 de junio de 2006. La acusada contó que «perdió los nervios» porque el hijo no hacía los deberes, y comenzaron a discutir. Entonces la mujer lo zarandeó y lo empotró contra las paredes de la vivienda. A consecuencia de los golpes, el menor sufrió múltiples contusiones y una grave fractura craneal. Tras diversos traslados, el niño quedó ingresado en el hospital de Son Dureta en coma, y con unas lesiones irreversibles.

El menor, de nacionalidad rumana, fue adoptado a los dos años, siguiendo todos los trámites fijados por s'Institut de Serveis Socials y con varios informes satisfactorios. Sin embargo, desde su adopción el niño había ingresado más de treinta veces en diversos centros sanitarios.