La mujer fue lanzada desde otro edificio.

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Aziz E., el presunto homicida frustrado, contactó con la joven brasileña en la madrugada del domingo al lunes. Se desplazó en su coche a Porto Cristo, la recogió y se la llevó a su piso de Cala Rajada, en la calle Llevamans.

La pareja acordó mantener relaciones sexuales a cambio de una determinada cantidad de dinero y al poco tiempo se presentaron en la vivienda dos amigos de Aziz, que le anunciaron a la sudamericana que iban a hacer una orgía con ella. Los tres individuos iban bebidos y estaban muy excitados y la muchacha se negó. Los varones se abalanzaron sobre ella para violarla y la víctima consiguió llegar a la puerta de la casa y salir al rellano. En lugar de bajar a la calle, subió a la terraza y se colocó sobre el voladizo, gritando y pidiendo ayuda. Los tres agresores la habían seguido y ella les advirtió que si seguían avanzando se tiraría. Dos se detuvieron pero el tercero, Aziz, supuestamente la agarró y la lanzó desde nueve metros de altura.

La víctima se estrelló contra la terraza del edificio colindante y quedó malherida, con las dos piernas destrozadas y lesiones en distintas partes del cuerpo. Los vecinos, alarmados por el griterío, dieron aviso a la policía y los bomberos tuvieron que rescatar a la víctima, que había perdido el conocimiento a causa del dolor. La Guardia Civil abrió una investigación y se pensó que se trataba de un intento de suicidio. La víctima fue operada de urgencia en el Hospital de Manacor y su estado era muy grave. La realidad de lo ocurrido se descubrió cuando la Policía Judicial de Manacor investigó a fondo la historia de la calle Llevamans y tomó declaración a la prostituta, que estaba muy asustada por temor a represalias. Al final se derrumbó y contó que no había caído ni por accidente ni para quitarse la vida, sino que la había arrojado Aziz. También explicó que quisieron hacer un trío sexual con ella y que huyó para evitar una brutal violación.

Los agentes detuvieron el jueves al principal acusado, que negó todas las imputaciones y aseguró que la denunciante estaba «loca». Ayer por la mañana el magrebí pasó a disposición judicial, en el Juzgado de Instrucción Número 6 de Manacor, y luego ingresó en prisión por un homicidio en grado de tentativa.