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OTR PRESS/PALENCIA
La explosión de gas que derrumbó por completo el edificio de Palencia, y que se ha saldado con al menos siete muertos, pudo tener su origen en el tercer piso del inmueble y no en la planta baja del edificio como se había especulado inicialmente. Constatada la magnitud de la catástrofe, con unos 200 damnificados que han perdido en totalidad o en parte sus pertenencias, las administraciones han decidido crear una oficina de atención a las víctimas y una línea de ayudas directa, con especial atención a reubicar en pisos de alquiler a los afectados. Mientras, durante toda la jornada prosiguieron los trabajos de desescombro para intentar localizar a las dos personas que siguen desaparecidas: un joven rumano y una anciana.

Durante toda la jornada continuaron sin éxito las labores para localizar a los dos desaparecidos que se piensa siguen sepultados (un joven rumano y una anciana de 91 años). Durante buena parte del día se trabajo en el desescombro, muy dificultoso y realizado a mano en gran medida, en la parte posterior del edificio. Los heridos que siguen hospitalizados en Palencia con traumatismos e intoxicaciones han experimentado evolución positiva, y en especial Nerea, la niña de 6 años, que permanece ingresada en el Clínico de Salamanca, donde ingresó con un fuerte golpe en la cabeza y un corte en la pierna.

Las investigaciones realizadas por la Policía Científica y técnicos de Gas Natural sobre el origen de la explosión avanzan con lentitud dado el estado en el que quedó el edificio, pero se trabaja con la hipótesis de que la deflagración se originase en el tercer piso del inmueble. Inicialmente, se especuló con que la explosión se produjo en la planta baja, aunque no se sabe con exactitud si se ha producido un problema de escape o de acumulación de gas.