La víctima, llamada Elizabeth G., de 46 años, iba acompañada de otro excursionista, lo que a la postre le salvó la vida. De hecho, si hubiera estado sola habría sido casi imposible que alguien la localizara en aquel paraje poco transitado. Su amigo avisó a los equipos de emergencia y el 112 coordinó el despliegue. El helicóptero de la Guardia Civil voló hasta Estellencs y los especialistas en montaña bajaron al pozo y sacaron a la mujer, que había sufrido una lesión en la pierna y tenía dificultades para moverse.
La excursionista, que se encontraba consciente y dolorida, fue estabilizada allí mismo y enseguida se comprobó que su vida no corría peligro, aunque precisaba ser hospitalizada. Fue colocada sobre una camilla y la llevaron hasta el punto donde esperaba el helicóptero. En media hora ya estaba en Son Dureta, donde los facultativos le realizaron una completa revisión para confirmar si se había fracturado algún hueso.
En las últimas semanas el GREIM y el helicóptero de la Guardia Civil están multiplicando sus actuaciones en montaña.
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