Está considerado un 'capo' peligroso y tiene un físico intimidatorio, así que los funcionarios adoptaron todas las precauciones posibles. La operación fue un éxito y el acusado fue reducido limpiamente, sin problemas. Quedó privado de libertad en los calabozos del cuartel y ayer el juzgado de guardia ordenó su extradición al Juzgado Central número 5 de Madrid.
Los agentes de la Benemérita detectaron la presencia del prófugo en Magaluf y montaron un discreto operativo para asegurar su detención, sin riesgo de fuga.
A la una de la tarde el 'narco' del Este, que podría ser búlgaro aunque tiene pasaporte holandés, llegó al aeropuerto en un vehículo policial, acompañado de varios agentes. Entró en el recinto por una puerta especial, en la antigua terminal A, y de ahí fue conducido a las pistas donde esperaba para despegar el avión que lo llevaría a Madrid una hora después. Dos funcionarios se embarcaron con él y se sentaron a ambos lados, como suele ser habitual en el traslado de presos. Al menos dos países europeos -Bulgaria y Holandahan pedido la extradición de Sasha y otras comandancias de España también iban tras sus pasos porque supuestamente introdujo cientos de kilos de hachís y cocaína en nuestro país.
La Benemérita investiga cómo llegó el búlgaro a Mallorca, y si en la isla mantuvo contactos con otros narcotraficantes. La Audiencia Nacional será quién decida en las próximas semanas a qué país europeo es extraditado.
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