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El Centro de Inserción Social (CIS) y la unidad de madres de Palma, para los reclusos que cumplan el tercer grado y las mujeres presas con hijos de menos de tres años, respectivamente, estarán construidos en 1 año, aunque la responsable de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, espera que se acorte este plazo.

El CIS de Palma contará con 150 habitaciones más 4 complementarias, en un edificio de tres alturas emplazado en una parcela de 9.085 metros cuadrados en la zona del Polígon de Llevant.

Gallizo presidió ayer el acto de imposiciones de la primera piedra de estas dos nuevas infraestructuras, que cuentan con un presupuesto de unos 21 millones de euros y que se construirán en Palma gracias a la cesión de los terrenos por parte del Ajuntament.

Al acto simbólico también asistieron la alcaldesa en funciones de Palma, Catalina Cirer; el conseller de Interior en funciones, José María Rodríguez; el delegado del Gobierno en Balears, Ramon Socías, y el director general de la Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamiento Penitenciarios (Siep), Juan José Azona.

Según explicó Juan José Azona, su construcción forma parte de los esfuerzos del Gobierno por mejorar el «último escalón» del modelo de integración social de los reclusos, ya que está destinado a los que cumplen el tercer grado de la pena y cumplen su condena en régimen abierto o están en un grado avanzado de reinserción.

Por otra parte, la unidad de madres de Palma es una de las cinco aprobadas por el Ejecutivo central y contará, en una construcción de 3.649 metros cuadrados, con 20 estancias para que las internas que cumplen condenas con hijos en la prisión, menores de tres años, lo hagan en un entorno más adecuado.