La madre y sus dos hijos corrieron idéntica suerte y todos ellos fueron evacuados al hospital de Son Llàtzer, para ser atendidos de sus dificultades respiratorias.
El fuego se inició en la cocina del tercer piso, en la calle Orson Welles número 16, en concreto en una sartén que la dueño del inmueble dejó en el fuego. La mujer se ausentó unos minutos y la dependencia quedó envuelta en llamas. La humareda era visible desde toda la barriada y un policía local, que acudió en primer lugar a la finca, sufrió una intoxicación por humo.
Los bomberos de Palma arrojaron ingentes cantidades de agua para sofocar el incendio y el suelo de toda la casa quedó inundada. El edificio fue evacuado mientras se llevaban a cabo las tareas de extinción y una hora después, aproximadamente, pudieron regresar a sus domicilios, algunos de ellos todavía con el susto en el cuerpo.
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