En cuanto a los medios materiales de que dispone el cuartel para llevar a cabo sus misiones de seguridad en la demarcación, cabe reseñar que su parque automovilístico lo componen actualmente cuatro coches para toda patrulla motorizada por Calvià, teniendo en cuenta la frecuencia con la que alguno o varios de ellos puede haber viajado a Palma en misión de custodia de detenidos para su presentación judicial.
Vecinos que son objeto de robos y otros delitos declaran que optan por presentar las oportunas denuncias en la Comisaría de Policía de Palma o en los Juzgados, desistiendo de hacerlo ante la Guardia Civil de Palmanova, ya que cuando se personan en ese cuartel se encuentran con un panorama que califican de «desolador», situando la primera percepción en unas condiciones «lamentables» de las dependencias en las que se atiende al público, y fruto de las mismas unas largas esperas habituales con colas nada infrecuentes formadas por decenas de personas.
El cuartel de la Guardia Civil de Palmanova es una de las demarcaciones atendidas por el Instituto armado en España que más hechos delictivos y denuncias registra proporcionalmente en el ámbito español, circunstancia de especial relieve en la larga temporada turística mallorquina.
Frente a ello, a los residentes habituales en el municipio de Calvià no les resulta ajeno que los agentes allí destinados -algo más de un centenar en los turnos que cubren la jornada- se hacinan en la instalación, que carecen de vestuarios y de duchas para asearse, lo que produce situaciones chocantes a la hora de improvisar cuartos para cambiarse de ropa.
No menos de un tercio de esos efectivos de la Guardia Civil en Palmanova son nuevos en la zona, lo que unido a la amplitud del municipio y su dispersión de núcleos habitados dificulta su inmediata capacidad para la ubicación física de sus pesquisas o de la información requerida por los ciudadanos.
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