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EFE-ZAGREB Después de una noche de «lucha infernal» contra el fuego, los bomberos y voluntarios lograron ayer poner bajo control el incendio en torno a Dubrovnik, que amenazaba con extenderse a esta ciudad parte del patrimonio cultural de la Unesco. Un jefe de bomberos de Dubrovnik declaró a la televisión nacional croata «HTV": «Los incendios están bajo control, pero todavía no podemos estar tranquilos», ya que hay fuegos abiertos que un eventual viento fuerte podría atizar de nuevo. En la madrugada de ayer, tres aviones anti-incendio pudieron acudir en ayuda de los 250 bomberos y miles de ciudadanos, incluidos muchos turistas, que participaron en la lucha contra el siniestro en un frente de 20 kilómetros en derredor de este puerto, conocido como la «perla del Adriático».

Un bombero resultó herido de gravedad, mientras una veintena de personas pidieron ayuda médica, sobre todo debido por el humo respirado y las fracturas sufridas.

El estado de alarma, el humo y el peligro hicieron recordar a los habitantes el asedio y bombardeo de Dubrovnik por el ejército serbio-yugoslavo en 1991.

El incendio, llevado por el fuerte viento desde la vecina Bosnia-Herzegovina, ha quemado sobre todo la vegetación en los alrededores de la bella ciudad y varias casas habitadas. La casa de una familia con cuatro hijos, que había sido destruida en el cañoneo serbio de 1991 y recientemente renovada, ha resultado quemada por el fuego, poco después de que sus dueños por fin pudieran regresar a su hogar.