TW
0

Ochenta y cinco llamadas a la una; doscientas a las dos; trescientas a las tres de la tarde, y más de quinientas hasta las ocho de la tarde, hora en la que se cerró el teléfono, al menos por el día de ayer. El 012, el número de atención a los afectados por la tormenta, recibió casi dos llamadas por minuto en la mañana del sábado, su primer día de funcionamiento, y eso que el servicio abrió auriculares a las doce del mediodía. Aunque la frecuencia disminuyó bastante a lo largo de la tarde, los teléfonos de las oficinas registraron tal ajetreo, que, algunas llamadas fueron desviadas a otras dependencias de atención pública del Govern.

Sin embargo, la atención presencial fue mucho más escasa. La oficina de atención al ciudadano de la vía Alemanya de Palma estuvo prácticamente vacía durante todo el día y sólo recibió cinco visitas en las doce horas que estuvo abierto, tres de ellas a primera hora: desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la tarde. Los responsables del centro apuntan a que, mucha gente opta por arreglar por sí mismos pequeños destrozos en lugar de acudir a la administración, aunque fuera sólo para dar cuenta. Los mayores afectados, han sido empresarios, muchos de los cuáles optan por dejar los trámites a las compañías aseguradoras.

La oficina ha ampliado su horario con motivo de la tormenta. Habitualmente el servicio se cierra a las siete de la tarde. A lo largo de estos días estará abierto una hora más.

Los daños en vehículos han sido los principales destrozos notificados al servicio: lunas rotas y desperfectos en la chapa. Tras ellos, las fachadas y cristales en viviendas unifamiliares. Destaca el caso de una mujer, cuyo molino centenario desapareció por culpa de las tremendas rachas de viento.

Los destrozos en edificios también han afectado de forma especial a sótanos y ventanas. Cristales rotos y bajos inundados han sido una de las constantes de las quinientas llamadas. Muy por detrás de estas incidencias, se encuentran los daños personales. En este caso se trata, en su mayoría de pequeñas contusiones y cortes, que no fueron atendidas por urgencias el pasado jueves.