Los equipos sanitarios trasladan al trabajador herido hasta un helicóptero, que lo evacuó de Banyalbufar. Foto: A. SEPÚLVEDA

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Oliver Ulmann, un obrero alemán de 34 años, se encontraba ayer en estado crítico tras precipitarse desde seis metros de altura en una obra de Banyalbufar.

El trabajador, que cumple 35 años el lunes que viene, se encontraba encaramado en un andamio, junto a un compañero. Estaban restaurando el tejado de una finca y habían colocado tres filas de maderos, para subir. Él estaba en el del centro, a seis metros de altura, y se agachó para recoger una pieza que le había pasado su compañero. Al incorporarse, parece ser que se sintió indispuesto. Se quedó lívido y segundos después se desplomó. Unos excursionistas que pasaban por el camino del cementerio fueron los primeros en avisar a la Guardia Civil, a primera hora de la tarde.

En el operativo de emergencia participaron bomberos de Mallorca, un helicóptero, policías locales, guardias civiles y sanitarios del 061, que comprobaron que el estado de Oliver Ulmann era crítico. Tenía los pulmones encharcados en sangre, estaba inconsciente, y presentaba un tremendo traumatismo craneal, con un gran hinchazón entre la frente y el globo ocular. Los facultativos temían que entrara en parada respiratoria y se movilizó al helicóptero de la Conselleria d'Interior porque no había tiempo para que la ambulancia evacuara al herido por tierra. El amigo de la víctima no se separó de un momento de él, e incluso fue amonestado por el piloto cuando se acercó al helicóptero, con las aspas en movimiento.

El aparato trasladó a Oliver hasta el aeródromo de Son Bonet y de allí una ambulancia lo llevó a Son Dureta. Los médicos lo intervinieron de urgencia y su estado era gravísimo. La Guardia Civil realizó el atestado sobre el accidente laboral y tomó declaración al otro trabajador que estaba con Oliver cuando se produjo la caída. Los dos alemanes habían sido contratados por una compatriota, para llevar a cabo una reforma en una finca.