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Agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza (SEPRONA), de la Guardia Civil, imputan al dueño de una finca de Binissalem por un delito contra la protección de animales domésticos. A raíz de una llamada recibida en el cuartel del Port de Pollença por parte de la Plataforma Balear para la Defensa de los Animales, se hizo una inspección en la citada finca. Se encontraron tres podenos ibicencos atados con cadenas que limitaban sus movimientos, muy delgados, sin comida ni agua y alguno de ellos a punto de morir asfixiado por estar atados a un árbol con muy poca libertad de movimientos, lo que únicamente les permitía tocar el suelo con las patas.

También se localizaron tres cuadras con caballos, igualmente en unas condiciones deplorables. Con las cuadras en penumbra, repletas de excrementos y en condiciones sanitarias y de cuidados lamentables.

La jueza del Juzgado de Instrucción 6 de Inca autorizó el traslado de los animales a un centro adecuado, para salvaguardar la vida de los mismos. Éstos fueron entregados a la Brigada de Recogida de Animales Domésticos Abandonados, perteneciente a la Fundación Natura Parca, en el término municipal de Algaida.