G.Picó08/05/08 0:00
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Miquel Ballester, bombero de Palma, ingresó ayer en un hospital de Lleida en estado muy grave, tras ahogarse mientras participaba en un curso de rescate en torrentes y aguas bravas en el municipio de Llavorsí, en la citada provincia catalana. Ballester realizaba el curso junto a 13 compañeros, y estas prácticas están integradas dentro de las actividades de formación que llevan a cabo los Bombers de Palma a nivel oficial.

Tras tener constancia de la gravedad del accidente, Manuel Nieto, jefe de los Bombers de Palma, se desplazó a Lleida para conocer de primera mano el estado de Miquel Ballester, casado y de 42 años de edad. Las malas noticias que llegaban al parque de bomberos durante la jornada de ayer también provocaron conmoción entre sus compañeros.

Los Bombers de Palma realizaron el curso, entre otros motivos, a raíz de los temporales del pasado mes de octubre. Varios torrentes de la Isla se desbordaron y, por ejemplo, se tuvo que actuar en el rescate de una turista que murió al caer su coche al torrente de Puigpunyent.

Dos bomberos de Palma acudieron a Llavorsí el año pasado y comprobaron la idoneidad del curso como formación.

El municipio de Llavorsí se encuentra en la comarca lleidatana del Pallars Sobirà y está especializado en turismo y actividades de aventura, como descenso de barrancos, rafting o piragüismo ya que por dentro del pueblo pasa el río Noguera Pallaresa.

Ayer por la mañana, Ballester y sus compañeros, acompañados por un monitor, realizaban las prácticas del curso de rescate en torrentes y aguas bravas, con trajes de neopreno y el material necesario. El bombero de Palma entró en un remolino, tuvo problemas para salir debido a la fuerza del agua, se ahogó y luego salió despedido.

Ballester fue rescatado en parada cardíaca. Durante un cuarto hora le estuvieron practicando maniobras de reanimación y lograron remontarlo. Acto seguido fue evacuado en helicóptero al hospital Arnau de Vilanova.

A última hora de la tarde de ayer su estado era muy grave. Estaba ingresado en la UCI, con respiración asistida y tenía afectado el cerebro y los pulmones. Los médicos estaban pendientes de una mejora para poder practicarle un escáner.