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JULIO BASTIDA Dos marineros pertenecientes a la tripulación de un velero, de 17 metros de eslora y valorado en algo más de 500.000 euros, han presentado en Palmanova y Gibraltar sendas denuncias contra el armador del barco en el que dicen quetrabajaban sin contrato.

Las denuncias fueron presentadas en las dependencias de la Benemérita a raíz de unos hechos que se produjeron hace aproximadamente dos meses.
Según consta en la declaración del marinero: «El dueño del velero había intentado propasarse en el interior del barco en dos ocasiones. Una vez, cuando me encontraba sentado comentando las cartas náuticas, el hombre me puso la mano en los genitales. En la segunda ocasión yo estaba en la ducha y el armador entró, me agarró por el trasero lo que hizo que provocara una reacción mía de repulsa». El marinero que ha formulado la denuncia tiene 19 años de edad.

El joven añade: «En el transcurso del viaje a Gibraltar , lugar donde quedó atracado el velero, el armador me amenazó diciéndome que si decía algo de lo que había pasado en el puerto de Palma mi estancia en el barco sería muy corta».

Poco después el barco llegó hasta el Puerto de Gibraltar donde el joven relata que se decidió a contar lo ocurrido a su compañero de viaje. Después de una discusión entre ellos y el propietario del barco por los hechos acontecidos, uno de los jóvenes asegura que, aprovechando que los dos habían salido a comprar provisiones en La Línea de la Concepción, cuando el armador zarpó con el velero y les dejó 'tirados' en tierra, con 35 euros en los bolsillos y parte de su ropa tirada por el muelle.

Los dos marineros presentaron una nueva denuncia del robo de sus pertenencias ante el puesto de la Guardia Civil de Gibraltar. Ambos varones se vieron en la necesidad de dormir durante dos noches en una estación de autobuses hasta que al lunes siguiente unos amigos suyos desde Mallorca le ingresaron dinero en la cuenta corriente para poder sacar los pasajes de vuelta a la Isla.

«Sólo pedimos justicia y que pague por lo que ha hecho. Hemos trabajado unos meses en el barco y nos ha echado sin pagarnos ni un euro», finaliza el relato del denunciante.