El lunes un inspector de la conselleria de Sanitat se desplazará a la Jefatura de Policía de Palma para asesor a los agentes que investigan el caso de las cientos de fichas médicas confidenciales que aparecieron abandonadas en un solar de Palma.
Los técnicos de la Conselleria también controlarán que las clínicas privadas de Palma cumplan con la normativa de destrucción de informes privados de pacientes, que es muy estricta y prohibe la difusión de cualquier expediente médico. En cualquier caso, de momento no hay ningún indicio para pensar que los documentos secretos llegaron al solar del Parc de sa Riera por una negligencia clínica. De hecho, las investigaciones apuntan a una posible negligencia de un doctor que tenía una consulta privada.
Identidades
El Cuerpo Nacional de Policía ha comprobado que son cientos las identidades que aparecen desveladas en los informes, cada una de ellas junto a su correspondiente diagnóstico. En muchos de los casos se trata de enfermedades muy graves, como tumores o fases de metástasis. Un punto que sin embargo sigue siendo una auténtica incógnita es por qué los sobres estaban perfectamente cerrados, como si nunca hubieran sido abiertos. Son informes de la década de los noventa, que dos doctores de anatomía patológica de una clínica palmanesa remitían a otro médico cirujano, ya jubilado.
En los ficheros de los dos especialistas que figuran en todas las cartas no falta ningún documento, lo que refuerza la hipótesis de que el fichero abandonado junto al Parc de sa Riera salió de la consulta privada, y no de una clínica. El facultativo que poseía todo aquel material se dedicaba también a analizar biopsias y pruebas citológicas, ya que junto a las fichas médicas se hallaron unos estuches con restos orgánicos.
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