La indignación y malestar en el seno la plantilla de la Policía Local de Calvià es una realidad.
«El cuartel está lleno de cámaras de vigilancia. En lugar de unas dependencias municipales parece la casa de Gran Hermano. Por otra parte, hace meses que nos robaron el cableado de la instalación de vídeo vigilancia del Bulevar de Peguera y aquí nadie hace nada. No es normal que se pongan a vigilar a la policía, y a los ladrones no», concluye un agente.
La historia se remonta a hace unos meses cuando se instalaron cámaras de vigilancia en el interior de las dependencias municipales, en el polígono de Son Bugadellas. Algunos de los trabajadores se sienten «vigilados constantemente, pudiendo afectar al ámbito personal, al honor o a la propia imagen de los afectados».
Hace unos días un oficial de la Policía Local de Calvià cursó en el registro de entrada municipal una carta dirigida a la Jefatura. En el citado documento, al que ha tenido acceso Ultima Hora el oficial que suscribe afirma textualmente: «En el interior de las dependencias policiales del edificio municipal de servicios de Son Bugadellas, se encuentran instaladas varias cámaras de videovigilancia, tanto en zonas comunes, (pasillos, escaleras, accesos interiores), como en algunos despachos (INS y OPR). Que no se puede observar en ninguna parte del recinto cartel alguno que informe sobre la presencia de dichas cámaras, así como el motivo de su instalación, ni del tratamiento de la información por ellas captadas, ni del responsable de datos recogidos». En el mismo documento, el oficial prosigue: «En referencia a las videocámaras instaladas en las dependencias de las unidades..., su ubicación es especialmente sensible en referencia a la intimidad del trabajador, ya que no enfocan únicamente lugares comunes o de paso, sino que vigilan continua y constantemente la actividad del personal asignado a dichas unidades, pudiendo afectar al ámbito personal, al honor o a la propia imagen de los afectados», prosigue.
La carta remitida por el oficial a la Jefatura del Ajuntament Calvianer, explica que, según la legislación vigente, se posibilita la instalación de videocámaras en lugares como el que ocupa, siempre que los derechos constitucionales al honor, la intimidad y la propia imagen no se vean vulnerados. Ante todo este cúmulo de despropósitos, la misiva, con registro de entrada, continúa: «Que se respete la legislación vigente, con el fin de finalizar el desamparo de los usuarios y trabajadores del edificio de Son Bugadellas en lo concerniente a su intimidad, honor e imagen. Al mismo tiempo que, hasta que no se haya realizado las peticiones solicitadas, se desconecten y se retiren las videocámaras instaladas en el edificio», finaliza.
Por otra parte, hace unos meses, fue substraído el cableado de uno de los centros de control y recepción de imágenes sito en el Bulevar de Cala Figuera. Dicho control técnico, recibía y tramitaba la información visual, entre otros, del Bulevar de Peguera.
Los vecinos y comerciantes de la zona, denunciaron la inseguridad de la zona desde que se produjo el robo del cableado eléctrico y se produjo el apagón de vigilancia.
El pasado día 21 de septiembre, unos 30 jóvenes, asaltaron y desvalijaron una licorería en la calle Eucaliptus esquina con el Bulevar, y debido a la inutilización de las cámaras se dificultó mucho la investigación policial.
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