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MICHELS-G. PICÓ

El buen tiempo permitió ayer retirar el coche de un joven que cayó por un acantilado en Cala Moragues (Port d'Andratx) y quedó hundido en el fondo del mar. Este siniestro se produjo a mediados del pasado mes de octubre. El conductor del vehículo, un joven de 21 años, conocido en la zona del Port d'Andratx, ya que era monitor de vela en el club náutico del núcleo, falleció en el accidente.

El cadáver fue recuperado poco después del siniestro, pero el vehículo quedó sumergido en el agua hasta ayer, cuando se procedió a su recuperación. La operación fue laboriosa y en ella participaron buceadores de la asociación Protemar, voluntarios de Protección Civil de Andratx, efectivos de la Policía Local y de la Guardia Civil del municipio, entre otros.

El vehículo cayó desde una altura de unos 50 metros y quedó hundido a unos cinco metros de profundidad, a poca distancia de la costa. Los submarinistas se sumergieron ayer, sobre las diez y media de la mañana, y colocaron flotadores entre los restos del vehículo, que estaba partido en dos grandes trozos. También se hallaron restos en un radio de unos 15 metros, dispersados a raíz de los últimos temporales que se han registrado en la zona.

Manolo Sánchez, uno de los buzos que participó en el operativo explicó: «Hemos subido el motor y la parte trasera con los flotadores hinchables, después los hemos remolcado con embarcaciones neumáticas hasta el Puerto de Andratx y allí se han sacado del agua con la grúa». «En un radio de unos 15 metros también hemos retirado piezas del coche y otros elementos contaminantes, como la batería y la radio», concluyó.