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JAVIER JIMÉNEZ Languidecía la tarde cuando un ultraligero, pilotado por un inglés residente en Mallorca, se estrelló ayer en el aeródromo de Binissalem. El piloto quedó atrapado entre el amasijo de hierros y el rescate fue laborioso. Al cierre de esa edición estaba siendo intervenido en Son Dureta, en estado grave.

El accidente ocurrió sobre las 16.45 horas, cuando el aparato perdió el control a unos veinte metros de altura. Técnicamente, según informaron en fuentes de la investigación, sufrió una «pérdida de sustentación de aire», es decir, se quedó súbitamente parado y descendió en picado. El impacto dejó el ultraligero reducido a un montón de hierros retorcidos, con el único ocupante atrapado en su interior, todavía consciente.

Bomberos, Policía Local, Guardia Civil y ambulancias, así como un helicóptero de la Benemérita, se desplazaron a la finca del camí de Son Roig y establecieron un perímetro de seguridad para poder trabajar sin sobresaltos. La primera prioridad era liberar al piloto inglés, que deliraba a causa de las lesiones que había sufrido.

Presentaba un traumatismo facial, una fractura abierta en una pierna y otra rota, así como posibles lesiones internas. Durante casi una hora los bomberos fueron cortando los trozos de la avioneta que aprisionaban a la víctima, pero fue un proceso lento porque existía el peligro de que su estado empeorara cuando le separaban de los hierros.

Varios médicos estabilizaron las constantes del herido, cuya identidad no ha trascendido, y una vez que finalmente fue liberado una ambulancia lo evacuó sin demora hasta Son Dureta, donde fue intervenido de urgencia. De acuerdo con los datos facilitados por el 061, el estado del británico era grave, aunque en un primer momento no se temía por su vida. «Es importante saber qué tipo de lesiones internas ha sufrido y sobre todo cuál es el alcance», añadieron en las mismas fuentes.

Los médicos estaban operando al cierre de esta edición del sexagenario rescatado. Un portavoz de la Policía Local de Binissalem explicó que el hombre, que vive en Mallorca, solía pilotar con cierta frecuencia ultraligeros y que tenía experiencia y horas de vuelo. La Policía Judicial de la Guardia Civil será la encargada de confeccionar el atestado sobre el accidente aéreo, que después será remitido al juzgado de Inca. Los funcionarios realizaron un completo reportaje fotográfico de la zona y del estado en el que quedó el aparato siniestrado.

De momento se ha confirmado que los problemas se produjeron cuando el ultraligero realizaba vueltas sobre el aeródromo, a modo de prácticas. De repente, a unos 20 metros de altura, la nave quedó suspendida y después se precipitó contar el suelo.