El 4 de noviembre de 2003, la alcaldesa de Palma en aquel año, Catalina Cirer, el regidor responsable de la EMT, Álvaro Gijón, el alcalde de Chinchero en Perú, y el cónsul de Perú en Palma posaron ante los medios de comunicación en el interior de uno de los buses en la plaza de Cort. g Fotos: SEBASTIÀ AMENGUAL

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P.M. Teófilo Gómez Gutiérrez ha sido durante tres legislaturas alcalde de Chinchero, una ciudad de 40 mil habitantes situada en la ruta del Valle Sagrado de los Incas, en Perú. Tiene 54 años y desde hace uno reside en Palma de manera ilegal.

Teófilo no tiene reparos en reconocerlo, pero ese no es el dato importante, sino uno más que añadir a una larga historia. A modo de resumen, decir que Chinchero es la ciudad hacia donde a finales de 2003 iban destinados catorce autobuses de la EMT.

Los vecinos hicieron una colecta y reunieron 102 mil dólares USA para pagar los gastos del traslado desde Palma de los vehículos, que Cort regalaba porque se había cambiado la flota. La ruta prevista era Palma-Barcelona-Baltimore (EE UU)-puerto del Callao (Lima). Pero, y ahí es donde se acentúa el misterio, sólo viajaron diez autobuses, que se desembarcaron en Baltimore y nunca llegaron a Chinchero. Así que la oposición política al gobierno municipal que presidía Gómez formuló una demanda por estafa.

A finales del pasado año se hizo pública la sentencia, por la que se condena a Teófilo Gómez a cinco años de prisión al considerarlo «el autor intelectual de una estafa». Pero, poco antes de conocerse la condena, el hombre se despidió de su esposa y cinco hijos, salió de Perú y aterrizó en Palma.

Cuenta que en principio recibió la ayuda de cargos del PSIB, con los que había mantenido contactos políticos de ayuda y cooperación. Pero después, cuando se acabó el plazo de su estancia legal en España todos se han olvidado de él. Ahora mismo su situación es la de un 'sin papeles' en España, y si regresa a su país puede ingresar directamente en una cárcel.

El otro dato importante de la historia, el de los autobuses de la EMT, es cuando menos curioso. Lo último que se sabe de los vehículos es que fueron descargados en el puerto de Baltimore y que su estado era lamentable, es decir, cercano a la chatarra.

El propio Teófilo Gómez explica más detalles al respecto: «En 2003 fui reelegido alcalde en Chinchero y nos enteramos de que en Palma de Mallorca se regalaban autobuses. Nos interesamos en el tema porque teníamos la idea de montar una red interprovincial de transporte, y también dedicar tres autobuses al transporte escolar en Chinchero». «El Gobierno regional nombró a un intermediario y yo me puse en contacto con el cónsul del Perú en Palma, Juan González de Chavez Alemany. Así conocimos más detalles. Se nos dijo la marca de los buses, que se encontraban en buen estado e iniciamos los trámites para quedarnos con catorce», concreta Gómez.

No obstante, la iniciativa se quedó a medias y años después Chinchero continúa esperando que lleguen los autobuses de la EMT.