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Cuatro de los acusados de estar implicados, directa o indirectamente, en el robo que se perpetró en Son Banya la madrugada del 16 de abril de 2006, se han negado a declarar en el juicio que se inició la semana pasada en la Audiencia Provincial. Se trata de Bruno Gálvez, Manuel Escamilla, Vicente Ruiz y José Luis Gil. Otra de las personas implicadas, Nicoleta, novia de Bruno, se encuentra en paradero desconocido. Pese a negarse a declarar ahora, sus testimonios constan en la fase de instrucción del caso. El Tribunal de la Sección Segunda puede utilizarlas, o no, según se decida y si cumplen con todas las garantías procesales. Las declaraciones de las personas citadas se publicaron en parte en estas páginas. A partir de hoy, las reproducimos por su interés, comenzando con la de Bruno.

Bruno Gálvez nació en Sevilla, el 12 de abril de 1975. En la declaración que efectuó ante el juez Castro, el 16 de mayo de 2006, Bruno confesó que se apoderó de dos bolsas repletas de dinero en Son Banya. El hombre entró en una contradicción importante. Al principio aseguró que fue un residente en el poblado el que le propuso llevar a cabo el robo, pero después, en la misma declaración, dijo que no creía que esa persona tuviera nada que ver.

Ésta es parte de su declaración: «Hace algo más de un año que un residente en Son Banya me comentó si yo era capaz de llevar a cabo un gran robo a un clan del poblado. Le dije que sí pero que eso había que hablarlo más despacio. Ya no volvimos a tratar este tema».

A la pregunta de por qué cree que la citada persona se atrevió a hacerle esta propuesta, Bruno responde que «en aquel tiempo había una gran confianza entre nosotros porque yo trabajaba para él. Yo siempre imaginé que la persona a la que se iba a robar era a 'El Moreno' o a su hermana. Pero como dejé de trabajar para la persona que me propuso el robo ya no hablamos más del asunto».

A continuación Bruno declara que «hace unos tres meses que Nacho (el paraguayo que aparece en el juicio como acusador particular), me preguntó si yo era capaz de coger el dinero de 'El Moreno', ya que él sabía el lugar donde lo guardaba. Me dijo también que había otros sitios donde se guardaba más dinero. Le respondí que lo intentaría y en los días siguientes, puesto que nos veíamos con frecuencia, Nacho me insistía en que lo hiciera, asegurando que él proyectaba hacerlo».

El joven continúa con su versión de los hechos: «El emplazamiento del zulo ya me lo había dicho Nacho unos dos meses antes pero yo, aparte de que me lo estuve pensando, intenté un día cogerlo pero no pude por miedo a los perros que había, y a que alarmaran a una persona que era la encargada de custodiar la finca. El jueves, 13 de abril, le dije a Nacho que lo haría pero lo hice cuatro días después, sobre las cuatro de la madrugada, y lo hice solo».

Preguntado cómo evitó a los perros responde que «apareció por allí Tomás (el guardián de la finca) y los hizo callar». El juez le pregunta si estaba de acuerdo con Tomás y responde que sí. A continuación Bruno describe cómo llevó a cabo el robo: «Abrí el zulo y vi una caja, y dentro dos bolsas con dinero, sin que pudiera imaginarme el contenido aproximado que había. Cogí las dos bolsas y me dirigí a un garaje que había justo enfrente, que era utilizado por los toxicómanos para consumir. Llamé por teléfono a Vicente (el taxista), que no sabía nada del asunto, aunque meses atrás le comenté que iba a dar un palo a 'El Moreno'. No era la primera vez que le llamaba a esas horas de la madrugada para que me recogiera en el poblado. Nicoleta (su novia), estaba en el poblado tratando de conseguir droga. Manuel Escamilla (otro de los implicados en el robo), tampoco estaba al tanto de nada pero se encontraba en el garaje, ya que lo solía utilizar para dormir. Cuando llegó el taxista llamé a Nicoleta y le dije que tenía dinero. Mientras, José Luis (que reside en Santa Ponça), llegó con un turismo para recoger a Manuel. Yo le había dado dinero a Manuel para que comprara droga, desapareció y regresó al cabo de una hora y media con José Luis. Yo no le comenté a Manuel el origen del dinero pero él sí sabía que había mucho».

Bruno continuó declarando que «en el garaje estábamos yo, Nicoleta, Manuel, Vicente y José Luis. Tomás vino un momento pero enseguida se marchó. El pacto al que había llegado con Nacho era la mitad para él y la otra mitad para mí. Poco después nos fuimos hacia Santa Ponça, Nicoleta y yo con Vicente en el taxi, y José Luis y Manuel en el coche del primero. Fuimos al gimnasio de José Luis y después él se fue a alquilar la habitación de un hotel. Pasado un tiempo nos fuimos a la habitación, donde nos quedamos Nicoleta, Manuel y yo, eran sobre las doce de la mañana del día 17».

Bruno sigue declarando que «los tres nos pusimos a fumar y yo intenté contar el dinero, pero había tanto que desistí y seguimos fumando. A la mañana siguiente nos dimos cuenta de que Manuel se había marchado, pero no notamos a faltar dinero, aunque después se dijo que lo habían visto bajar con una bolsa. La tarde de ese mismo día tres residentes del poblado nos hicieron subir a un coche y querían que les dijéramos donde estaba el dinero».

Preguntado al respecto por el juez, Bruno dice que se desplazó a Palma con el taxista y alquiló una caja de seguridad en un banco, y que le dio la llave a Nicoleta.