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La 'madame' de un local de alterne de la calle Hiroshima de Son Oliva se enfrenta a una petición de tres años de cárcel por parte de la Fiscalía, que la acusa de explotar a varias inmigrantes sin papeles en el local.

A raíz de la denuncia anónima de varios vecinos, molestos por el trajín y el ruido que provenía del local, la Policía Nacional puso en marcha una investigación en el verano de 2007. Según declararon ayer ante la juez varios agentes, realizaron dos visitas. Tras realizar varias comprobaciones, en una primera, de incógnito, varios miembros del Grupo de Inmigración y Documentación constataron que en el piso se ejercía la prostitución, tal y como habían denunciado los vecinos.

Dos semanas después, el 22 de agosto de 2007, se efectuó un registro en el piso y se identificó que en el local trabajaban unas seis o siete inmigrantes ilegales, tal y como declararon como testigos los agentes que participaron en la operación, en el juicio, celebrado ayer.

Uno de los policías declaró que la actitud de la 'madame' fue de colaboración en todo momento y que «dejó claro que era la dueña de la casa». Además, señalaron que antes de comenzar el registro, la presunta proxeneta, pidió hablar con un policía nacional al que supuestamente conocía.

La mujer, de nacionalidad española y de mediana edad, sostiene que se limitaba a alquilar habitaciones a las meretrices y que no existía ningún tipo de coacción sobre ellas para que ejercieran su oficio. Varias de las jóvenes, que respondieron a las preguntas de la fiscal refrendaron esta versión. Así, señalaron que ya se dedicaban a la prostitución en sus países de oficio y que no vinieron a España bajo engaños. Además, todas ellas reiteraron que pagaban unos quince o veinte euros por el alquiler del local y que elegían a sus clientes con total libertad.