Juan Francisco Pujadas no quiso declarar ante el Cuerpo Nacional de Policía y fue presentado ante el juez. FOTO: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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JULIO BASTIDA

Funcionarios adscritos a los Grupos de Atracos y Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía de Palma, confluyeron en sus investigaciones que el coleccionista de armas Joan Pujadas, de 62 años de edad, habría cometido un presunto delito de tráfico de armas, alteración de armas y venta.

Por el citado motivo, los agentes responsables de la investigación procedieron a la detención del coleccionista en la mañana de ayer, justo cuando el varón se dirigía hacia su local comercial.

Pujadas está acusado de haber puesto de nuevo en circulación dos armas que se encontraban inutilizadas.

Por una parte, el Grupo de Atracos se encontraba investigando el origen de un subfusil Cetme C-2, del calibre 9mm Parabellum, considerada en el Reglamento de Armas como un Arma de Guerra, cuya posesión esta totalmente prohibida a particulares. El citado subfusil había sido localizado por parte del Grupo de Estupefacientes junto con una caja de munición del 9mm, en el año 2007, en una de sus operaciones contra el narcotráfico en esta capital, concretamente en un domicilio de la calle Fornaris, en la Soledat. Dicha arma se encontraba en condiciones de hacer fuego real.

Los agentes comprobaron, tras analizar de forma minuciosa la documentación intervenida al detenido, con motivo de una anterior intervención policial, que el citado Subfusil Cetme C-2, figuraba a su nombre junto con otros Subfusiles del mismo modelo y que debería encontrarse inutilizado.

Por otro lado el Grupo de Homicidios investigaba el origen de una pistola marca Beretta de calibre 9mm, parabellum, la cual fue utilizada por un hombre que se suicidó el pasado día 26 de diciembre en el párking del cementerio de Maó, en Menorca, en el interior de su vehículo y que no poseía licencia de armas.

Las primeras comprobaciones realizadas por policías del CNP en la capital menorquina indicaban que el último propietario de la pistola era un hombre que vivía en Palma, por lo que requirieron la colaboración del Grupo de Homicidios para seguir las pesquisas en esta ciudad.

Una vez localizada esta persona, la misma presentó una documentación en la que se constataba que el arma había sido vendida en 1997 a Joan Pujades y que la misma se encontraba inutilizada.

El detenido no quiso declarar ante los investigadores de la Policía Nacional. A primera hora de la tarde de ayer pasó a disposición judicial.