Un amigo del indigente intenta consolarlo tras la brutal caída de cinco metros.

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JAVIER JIMÉNEZ Es la cara más descarnada de la crisis. Un inmigrante polaco que está en el paro, y que cada día debe trepar por una peligrosa pared para dormir en una casa abandonada de Palma, se despeñó ayer y sufrió lesiones graves. Sus compañeros, tras despedirse de él en la camilla, siguieron su mismo camino y se encaramaron al edificio, con sus mochilas llenas de comida caducada recogida en contenedores. El precio de la indigencia forzada.

Cada día es el mismo ritual para los ciudadanos del Este que ocupan el edificio tapiado de la esquina entre Jacinto Verdaguer y Bisbe Massanet. Cuando llegaron a Mallorca, hace años, encontraron trabajo en el ramo de la construcción. Alquilaron unos pisos y sus hijos nacieron aquí. Era época de bonanza. De una bonanza artificial. Cuando la burbuja estalló los tres amigos polacos se quedaron en el paro. Sus recursos económicos fueron menguando a pasos agigantados y perdieron sus casas, que no podían pagar. Luego no tenían ni para comer y se las idearon para sobrevivir: cada día hacen guardias de tres horas para recoger de entre la basura, frente a una conocida superficie comercial, los productos caducados que arrojan los encargados del supermercado. Con eso viven. Lo peor, sin embargo, llega cuando tienen que cobijarse. Ayer, poco después del mediodía, los tres inmigrantes se subieron a la pared y comenzaron a realizar ejercicios de equilibrismo, al borde del abismo. Uno de ellos, de unos cincuenta años, se cayó de espaldas y se estrelló de cabeza contra la acera.

La Policía Local y las ambulancias acudieron rápidamente en su auxilio y se encontraron con que el indigente estaba inconsciente, con un fuerte golpe en la cabeza. Los médicos consiguieron reanimarlo y lo inmovilizaron en una camilla, mientras sus compañeros le consolaban en la calle. Una ambulancia lo trasladó a Son Dureta, malherido, y segundos después los otros extranjeros treparon por la pared, jugándose de nuevo la vida. Como cada día.