El vehículo quedó destrozado tras caer por el terraplén de la autopista. Foto: VASIL VASILEV

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Un joven fue rescatado en la madrugada de ayer del amasijo de hierros al que quedó reducido su coche, que 'voló' en la autopista de Andratx, junto al túnel de Génova, y se despeñó por un terraplén.

A las tres y media de la madrugada, aproximadamente, una dotación de la Guardia Civil que patrullaba por la vía de cintura reparó en que el guardarraíl del tramo de acceso a la autopista de Andratx, pasado el túnel, había sido arrancado de cuajo. Los agentes se informaron con la central por si tenían constancia de algún accidente reciente en ese tramo y como obtuvieron respuesta negativa se detuvieron en el arcén y se acercaron al quitamiedos retorcido.

Había trozos de un vehículo desperdigados en un área considerable y al final de un desnivel descubrieron un utilitario blanco, de la marca Peugeot, completamente deformado. En su interior había dos ocupantes: el conductor, que estaba malherido, y el copiloto, que presentaba lesiones pero aparentemente no eran tan severas como la de su amigo.

Los bomberos y los servicios sanitarios fueron movilizados sin demora y los primeros procedieron a rescatar a las dos víctimas, mientras los sanitarios estabilizaban sus constantes vitales. El chófer, de una veintena de años, presentaba un grave traumatismo cráneo encefálico, otro torácico y lesiones en casi todo el cuerpo. Su estado era muy grave y una ambulancia lo evacuó hasta el hospital de Son Dureta, en escasos tres minutos. Quedó ingresado en la UCI y los médicos seguían ayer muy de cerca su evolución.

La Guardia Civil investigó las circunstancias del accidente y llegó a la conclusión de que el turismo, con llantas y asientos deportivos, circulaba a gran velocidad cuando se salió de la autopista y cayó por el desnivel de varios metros.