La Guardia Civil ha investigado la doble agresión en un bar de Lloseta.

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Un hombre de unos 45 años fue ingresado el domingo en el hospital de Inca, con lesiones graves, después de que un joven disfrazado de monje le golpeara repetidamente en la cabeza con un rosario en el Carnaval de Lloseta.

La Guardia Civil ha detenido a los dos implicados en la pelea, aunque no han sido recluidos en los calabozos porque ambos sufrieron lesiones que requieren asistencia médica. La riña se inició sobre la una de la madrugada, en un bar de la localidad, cuando el cuarentón se topó con un grupo de jóvenes de unos 18 años de edad.

A partir de este punto, las versiones son contradictorias. Los muchachos sostienen que el adulto empezó a insultarlos porque iban disfrazados, aunque la víctima insiste en que fueron los otros los que le acosaron. Sea como fuere, de las palabras pasaron a las manos y el hombre se agarró con un joven vestido de monje, que utilizó su rosario para fustigarlo. Los golpes con aquellos eslabones le impactaron de lleno en la cabeza y el individuo quedó conmocionado y poco después cayó al suelo.

En cuanto se recuperó, según contaron testigos presenciales, se dirigió a su coche y volvió con una barra de hierro, con la que le pegó a su agresor, también en la cabeza. El muchacho empezó a sangrar de forma abundante y los vecinos que presenciaron la reyerta avisaron a la Policía Local y la Guardia Civil.

Los dos implicados fueron atendidos en el Hospital de Inca, aunque su pronóstico no era similar. De hecho, el joven presentaba una herida incisa, muy aparatosa pero de escasa importancia, mientras que el otro herido sufría un traumatismo cráneo encefálico de pronóstico reservado. Los médicos lo dejaron en observación y en las horas siguientes le realizaron todo tipo de pruebas por si le había quedado un coágulo en la zona del golpe.

Los investigadores de la Guardia Civil tomaron declaración a los dos protagonistas y a los testigos de la pelea y confirmaron que las discrepancias eran muchas. En cualquier caso, quedó acreditado que se provocaron lesiones mutuamente, lo que fue suficiente para justificar la detención de los dos varones.