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JAVIER JIMÉNEZ Más de un año fundiendo bombillas. Dos restaurantes del Port d'Andratx -el Miramar y el Coppola- llevan desde 2008 soportando actos vandálicos en sus fachas exteriores, más concretamente en su iluminación.

Cada fin de semana, de forma inexorable, un grupo de gamberros reventaba las bombillas de los locales, hasta el extremo que en uno de ellos, en el Miramar, llevan gastados 1.000 euros en las bolas de alumbrado.

Ayer, la Policía Local de Andratx montó un discreto dispositivo de vigilancia en la avenida Mateu Bosch, en primera línea del Port, y esperó pacientemente a que los vándalos aparecieran por la zona. Era cuestión de tiempo, porque entre los viernes y los domingos siempre se registra algún daño intencionado. Al final llegaron tres menores de un centro especial y dañaron las bombillas. Todos ellos fueron identificados, pero quedaron en libertad debido a su edad. Fuentes del Ayuntamiento han advertido que la vigilancia en la zona no se relajará por el hecho de que los tres sospechosos hayan sido identificados, ya que se sospecha que hay más jóvenes implicados en los actos vandálicos. La Fiscalía de Menores también ha sido puesta al corriente de la situación.