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JAVIER JIMÉNEZ Guille, interior izquierdo del Sporting Ciutat de Palma, debía celebrar hoy su 18 cumpleaños jugando un partido de fútbol en Eivissa, contra el Portmany. Dos delincuentes le truncaron la vida muy cerca de su casa palmesana y ayer en su campo del Miquel Nadal, su camiseta y un ramo de flores recordaban al futbolista que tuvo la mala fortuna de cruzarse con el coche robado.

A las cuatro de la tarde, los compañeros de Guille le rindieron un emotivo homenaje en el estadio de Son Cotoner, aquel donde el menor pasó tan buenos momentos jugando al fútbol. «Estamos todos fatal, no nos explicamos lo que ha pasado», repetían consternados sus amigos. Pocas risas, pocas entradas duras en el campo y muy pocas protestas. Ayer era un día para homenajear al ausente, más que para competir. Rosa, una de las amigas del estudiante del IES Son Rullán, necesitó asistencia psicológica del 112 porque su estado anímico era preocupante y hoy está previsto que otros especialistas se desplacen al centro escolar para apoyar a los compañeros de Guille.

En la calle Mare de Déu de Monserrat, donde el Golf robado le aplastó sobre la acera, colocaron ayer velas, flores, fotos suyas y mensajes manuscritos. «Nunca te olvidaremos, amigo», rezaba uno de ellos. El lugar, muy cerca de la confluencia con la calle Aragón, fue un lugar de peregrinaje para muchos de los amigos de Guillem Antoni Calvo. Sus íntimos, compinchados con sus familiares, le habían organizado una fiesta sorpresa con motivo de su mayoría de edad. Dicen que Guille se olía algo, pero a todos les hacía mucha ilusión celebrarlo con él. «No ha podido cumplir 18 años por culpa de dos ladrones», repetía con rabia uno de sus compañeros. «Y seguro que van unos días a prisión y luego salen», añadía otro, igualmente indignado.

El fallecido, que tenía una hermana mayor, vivía con sus padres en el domicilio familiar y todos coincidieron en señalar que «era un chaval que nunca daba problemas. Era responsable y no le gustaba darle disgustos a su familia».

Hoy por la mañana se le realizará la autopsia en el instituto anatómico forense de Palma y en los días siguientes podría celebrarse el entierro y funeral. Sus allegados matizaron que el homenaje de ayer se ampliará con otros sucesivos.

De forma paralela, la Policía Local de Palma está completando la investigación policial sobre el robo del coche y el posterior atropello mortal del estudiante. Los dos detenidos, el piloto y el copiloto, permanecen recluidos en los calabozos del cuartel de San Fernando, donde se les está interrogando. Andrés Heredia Moreno, el joven que pilotaba el Golf sustraído, parece ser que cuenta con antecedentes policiales y la semana pasada ya robó un turismo he hizo un amago de arrollar a los agentes que se pusieron en su camino, según fuentes próximas a la investigación.

El acusado, de 29 años, circuló de forma temeraria, marcha atrás y haciendo «trompos», en una huida alocada para sacudirse de encima a un coche patrulla del 092, que les seguía de cerca. Eran las cuatro de la tarde y Guillem Antoni Calvo Perelló paseaba tranquilamente por la acera. Todo ocurrió tan rápido que el estudiante no pudo ni reaccionar.