La Policía Local acompaña al conductor detenido a los calabozos del juzgado de guardia de Palma.

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G. PICÓ-V. MALAGÓN A las 15.45 horas de ayer, la Policía Local de Palma entregaba en el juzgado de guardia a los dos delincuentes que atropellaron mortalmente al joven Guillem Calvó en es Rafal el pasado sábado. En primer lugar bajó del furgón Santiago C.R., de 34 años, el cual se cubrió el rostro con la sudadera de color blanco que llevaba. Este individuo viajaba de copiloto en el vehículo cuando se produjo el atropello del joven, en la calle Mare de Déu de Montserrat, junto a la esquina con la calle Aragón, enfrente de la gasolinera. Después, los agentes ordenaron bajar a Andrés Heredia, de 29 años de edad, quien conducía el vehículo que acababan de robar. Andrés escupió dos veces a los cámaras y fotógrafos que le esperaban en la puerta del juzgado, alcanzando a uno de ellos.

La Policía Local de Palma montó un dispositivo de seguridad en previsión de que pudiera haber algún tipo de incidente. No obstante, cuando Santiago y Andrés llegaron al juzgado, no había ningún familiar suyo, ni allegados del joven fallecido concentrados en el lugar, por lo que el traslado se llevó a cabo con absoluta normalidad.

La encargada de tomar declaración a los dos sospechosos fue la juez del Juzgado de Instrucción número 4, ya que ayer se encontraba en funciones de guardia. Tras escuchar a los dos individuos, dejó en libertad con cargos a Santiago y ordenó el ingreso en prisión de Andrés, al cual se le imputa el robo del vehículo, un delito de homicidio por imprudencia y otro de conducción temeraria.

Andrés Heredia es un conocido delincuente y en su historial figuran más de 40 detenciones. Sólo durante lo que llevamos de 2009 ya ha sido detenido siete veces, incluida ésta última por el atropello mortal.

Ayer, durante su estancia en el juzgado de guardia, estuvo totalmente ido. Además de escupir a los reporteros gráficos, defecó dos veces en el calabozo y luego estuvo buena parte del tiempo llorando. Debido a su estado de excitación tuvo que ser atendido por el forense.

Tanto el fiscal como la acusación particular solicitaron su ingreso en prisión, petición que fue aceptada por la juez. El abogado de la familia solicitó que se le imputen delitos de mayor gravedad.

En su declaración dijo que había consumido drogas y que empredió la huida al ver a la policía, pero que no se acordaba del atropello. Posteriormente entró a declarar Santiago, el cual quedó en libertad con cargos y se le imputa un delito de robo de uso de vehículo. Éste reconoció que iba en el coche, intentó avisar a Andrés pero éste siguió la huida.