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Una fuga de gas obligó a desalojar ayer el colegio Jesús María, en Palma, y a cerrar la calle Jaume Ferrán, junto a Balmes. Unos operarios rompieron por accidente una tubería de conducción de gas, lo que provocó un fuerte olor en la zona y la alarma vecinal.

A las tres y diez minutos de la tarde, aproximadamente, los obreros perforaron un tramo junto al número 31 de la calle Jaume Ferrán. A unos 50 metros se encuentra ubicado el citado colegio y en pocos minutos un fuerte olor movilizó a la Policía Local, Bombers de Palma y Gesa.

Por regla general, los escapes de gas por tuberías perforadas se solventan con cojines que obstruyen las tuberías o cortando la llave de paso. Ayer, sin embargo, los especialistas optaron por introducir cuñas de madera en el conducto, hasta que la fuga se hizo imperceptible.

Mientras todo esto ocurría, los alumnos del colegio Jesús María fueron desalojados de las aulas de forma ordenada y los maestros los condujeron hasta la Plaza Fleming, no muy lejos de allí. Durante media hora los estudiantes y los profesores esperaron a que se normalizara la situación y después pudieron retomar la jornada docente. La calle Jaume Ferrán quedó cortada al tráfico mientras los bomberos y policías trabajaron en el lugar. A las 18.00 horas algunos policías y técnicos seguían en la calle, evaluando la situación.