Los tres jóvenes de la fotografía prefieren salir de espalda para evitar represalias. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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JULIO BASTIDA

«Lo sentimos en el alma. No podemos dormir por las noches y pedimos que nos perdonen. No estamos pagando con la cárcel, pero lo hacemos con nuestras conciencias. Nosotros no queremos eludir nuestra responsabilidad y sabemos que nos castigarán, pero que quede muy claro que la persona que dio el puñetazo que mató a Gaby está en la cárcel», afirman tres de los implicados en la pelea.

Víctor, Christian y su hermana Yoli, los dos primeros de 20 años y la chica de 18 años fueron detenidos por la Guardia Civil y en la actualidad se encuentran en libertad con cargos, acusados de estar involucrados en una pelea con resultado de muerte.

Los tres jóvenes han concedido una entrevista a Ultima Hora, en la que pretenden aclarar lo sucedido y sin eludir su implicación pedir perdón públicamente a los familiares del difunto.

«El día 4, sobre las cinco de la madrugada íbamos caminando por la calle y nos encontramos con otro grupo de chicos, entre los que se encontraba Gaby. La verdad es que todos habíamos bebido y, sin saber muy bien cómo empezó todo, nos comenzamos a dar empujones. En ese momento llegó Toni (Antonio G.L., conocido como 'El Gordo', de 21 años de edad y en la actualidad en la cárcel), y sin mediar palabra alguna le metió un puñetazo en la cara y lo dejó tirado en el suelo. Nosotros nos asustamos mucho y nos fuimos. Por el camino llamamos a una ambulancia y les dimos las instrucciones. Al día siguiente, por la tarde, nos enteramos que Gaby estaba en coma. Nosotros tres no pudimos aguantar más y nos entregamos a la Guardia Civil y les contamos todo lo sucedido», relata Víctor visiblemente afectado.

Yoli, la más joven del grupo, añade: «Nosotros lo sentimos mucho. Entendemos que la familia del difunto se manifieste, nosotros haríamos lo mismo, están en su derecho. Yo quería ir al hospital a ver a Gaby, pero me recomendaron que no fuera. Cuando salga el juicio supongo que a nosotros también nos caerá algo porque estábamos allí. En los bares cuando entramos la gente se levanta y se va, nos señalan con el dedo y nosotros no hemos matado a nadie», concluye.

Christian, por su parte relata: «Me han llegado a perseguir con un Renaut Megane gris con los cristales negros y he dado aviso a la Guardia Civil. Me han amenazado y vivimos aterrados».