Un vagón del tren de Inca se incendió en la tarde de ayer a la altura de la estación de Verge de Lluc, en Palma, al parecer a consecuencia de un cortocircuito en un cuadro eléctrico. Los daños en el habitáculo fueron cuantiosos, pero nadie resultó herido.
Poco después de las tres de la tarde los equipos de emergencia fueron movilizados porque de uno de los vagones salía mucho humo. No había ningún pasajero atrapado, por lo que no fue necesario enviar a las ambulancias. El tren acababa de detenerse en ese apeadero y de uno de los cuatro convoyes comenzó a salir un denso humo. Los pasajeros pudieron salir por su propio pie y la maquinista, ayudada por un interventor, intentó sofocar las llamas con un extintor. En ese momento el fuego se reavivó y tuvieron que ser los bomberos los que controlaran el siniestro.
Jaume Jaume, gerente del Serveis Ferroviaris, explicó a este diario que tras el incendio las dos vías quedaron fuera de servicio durante un tiempo, lo que conllevó retrasos sobre el horario previsto en el resto de trayectos. El tren siniestrado procedía de Inca y según Jaume «fue una suerte que el incendio empezara en el andén de Verge de Lluc, porque los pasajeros se pudieron bajar sin problemas». El vagón afectado fue retirado de las vías para ser examinado por los técnicos. Jaume añadió que no está claro si se trató de un cortocircuito o de un problema en el sistema de frenado. Para los bomberos, la primera opción es la más probable.
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