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Ocho años de cárcel por un brote psicótico. El acusado por disparar a un taxista en Palma en enero de 2008 aceptó ayer esa pena de prisión, después de que Fiscalía redujera de 20 años a ocho la condena que solicitaba para él. La razón de esa rebaja son los brotes psicóticos que sufre el acusado. Los informes periciales recogidos en el sumario avalan que intentó matar al taxista bajo la influencia de una de estas crisis.

El cinco de enero del año pasado, el condenado iba en coche por la calle San Vicente de Paul de Palma. Circulaba pegado a un taxi, cuyo conductor, molesto, decidió apartarse a la derecha y cederle el paso. Cuando rebasaba al taxista, el acusado sacó una pistola, disparó contra él y le hirió de gravedad en un hombro. Tras abrir fuego, se bajó del vehículo y huyó a pie. Entonces se topó con una persona en un banco y la encañonó para que le siguiera. De paso le robó la cartera. Posteriormente se resistió de forma violenta a tres dotaciones policiales y le dio una patada en la cara a uno de los agentes. Por si todo esto fuera poco, la policía descubrió un kilo de cocaína en el interior del coche en el que viajaba. Según la Fiscalía, el valor de esta droga en el mercado hubiera sido de unos 90.000 euros.

El taxista tiroteado estuvo ingresado diez días en el hospital sin que le pudiera ser extraída la bala, ya que estaba alojada en una zona en la que su extracción resultaba muy peligrosa.

En total, el acusado ha sido condenado por cinco delitos y dos faltas. El más grave es la tentativa de asesinato contra el taxista, por el que ha sido condenado a dos años y seis meses al aplicársele el atenuante de trastorno mental transitorio. Además suma un año de cárcel por tenencia ilítica de armas de fuego y cuatro años y medio por el de tráfico de drogas. En estos dos no se aplica el mismo atenuante, aunque en el primer caso, la condena a prisión es eludible por el pago de una multa. Por último recibe una serie de multas por faltas de coacciones, hurto y resistencia a la autoridad.