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JULIO BASTIDA En la madrugada de ayer, aproximadamente sobre las cuatro, los servicios de emergencia fueron alertados de un aparatoso accidente en las inmediaciones del cementerio de Palma.

Rápidamente, varias dotaciones de la Policía Local, Cuerpo Nacional de Policía y una ambulancia medicalizada del 061 se personaron en el lugar del siniestro.

El accidente se había producido en la rotonda del cementerio, es decir, la que une el Camí de Jesús y la calle Salvador Dalí, junto al camposanto.
Al parecer, y según las primeras investigaciones realizadas por los agentes responsables del caso, el conductor, un varón de mediana edad y nacionalidad española, venía de fiesta y con algunas copas de más, no se percató de la existencia de una rotonda, colisionó contra el bordillo de la misma y se estrelló.

Como consecuencia del fuerte impacto, el vehículo sufrió la rotura del cárter y la dirección. Según algunos expertos que revisaron el turismo, a primera vista, parece ser que se trata de un siniestro total.

El conductor del coche iba vestido con zapatos, pantalón de vestir y camisa. Todo hace pensar que venía de fiesta. Tras realizarle la correspondiente prueba de alcoholemia el resultado de la misma fue de 0'56. Acto seguido, debido a la actitud del varón, la aparatosidad del accidente y la tasa registrada, se decidió trasladar al conductor hasta las dependencias del cuartel de Sant Ferran.

Todo apunta a que el exceso de velocidad y el alcohol se aliaron con el conductor y le jugaron una mala pasada.