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La primera agresión sexual ocurrió en la playa de Can Picafort, de madrugada. Una turista alemana, de 19 años, que llevaba varios días en un hotel de Mallorca, salió con unos amigos a tomar unas copas y el grupo acabó en la playa. Sus conocidos se marcharon, pero llegaron dos individuos más que eran amigos de los primeros. Fue entonces cuando uno de ellos se abalanzó sobre ella y la inmovilizó sobre la arena, violándola a continuación.
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La víctima contó lo sucedido en su hotel y poco después fue trasladada por la Guardia Civil hasta el hospital de Inca, donde fue sometida a una revisión ginecológica. Los médicos no le detectaron lesiones en sus partes íntimas y después recibió el alta médica. En la denuncia que interpuso en el cuartel de la Benemérita explicó las características físicas del agresor sexual y de su acompañante, aunque no quedó claro si éste último llegó a intervenir o se limitó a estar presente mientras ella era sometida.
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Días después, en concreto el lunes, una menor de doce años, también de nacionalidad alemana, fue víctima de abusos sexuales mientras estaba de excursión por las murallas de Alcúdia, junto a sus padres. La familia pasaba una temporada de vacaciones en Mallorca y paseaba por aquel enclave de Alcúdia, cuando la adolescente se desvió del camino mientras los progenitores subían una escalera. Fue entonces, cuando surgió un sujeto de tez morena que abordó a la chica por la espalda y comenzó a manosearle en sus partes íntimas, mientras la besaba en la cara.
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La joven consiguió liberarse y comenzó a gritar, pidiendo ayuda a sus padres. El agresor sexual, que pensaba que estaba sola, se asustó y huyó de forma apresurada.
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La familia se desplazó hasta el cuartel de la Guardia Civil e interpusieron la correspondiente denuncia. Los investigadores no creen que haya relación entre los dos ataques sexuales en el Norte de Mallorca.
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