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El cambio de declaración de un testigo en el juicio de la peluquera terminó al borde de la denuncia penal. La fiscal Ana Estelle pidió al Tribunal, presidido por la magistrada Margarita Beltrán, que dedujera el testimonio de uno de los testigos. Éste había asegurado a la policía que compró cocaína en la peluquería de la principal acusada y ratificó después esta versión en la fase de instrucción. Ayer, a preguntas de la acusación, afirmó que no se acordaba de haber comprado en el establecimiento, lo que invalida sus afirmaciones previas.

La importancia del testimonio inculpatorio estribaba en que era el único que demostraba que la peluquera utilizaba un establecimiento abierto al público para vender droga. Esta circunstancia supone que se apliquen las penas más altas previstas por el Código Penal para los delitos contra la salud pública. Además de esta denuncia, la sala advirtió de forma reiterada a otros testigos que mentir bajo juramento constituye un delito.