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JAVIER JIMÉNEZ Un consejo: si lleva un alijo de cocaína en su coche conduzca de forma correcta. En caso contrario, le puede ocurrir lo que a un conductor que ayer noche circulaba por Pere Garau y se saltó un semáforo, sin advertir que había una patrulla de la Policía Local vigilando la zona.

A las dos y media de la madrugada agentes del GAP (Grup d'Acció Preventiva) estaban semiocultos en la zona de Pere Garau, llevando a cabo tareas antidelincuencia. De repente, repararon en un Seat Altea de color claro, que se iba a pasar un semáforo. De hecho, el turismo se lo pasó en rojo, pero al advertir a los GAP frenó, dio marcha atrás de forma discreta y volvió a la posición anterior, intentando disimular. Los agentes cerraron el paso al vehículo, pensando que el conductor podía ir bebido, y le instaron a que se apeara. Enseguida se dieron cuenta de que no presentaba señales de intoxicación etílica, aunque sí estaba muy nervioso.

Los agentes, entonces, registraron el vehículo y hallaron, en primer lugar, marihuana. Después, apareció un envoltorio con un kilo de una sustancia blanca que al parecer resultó ser cocaína. El individuo, de nacionalidad española, fue detenido por un delito contra la salud pública y trasladado al cuartel de San Fernando. Luego, al parecer, se practicó una segunda detención, aunque este extremo no ha sido confirmado.

Las diligencias sobre el alijo de cocaína han sido traspasadas al Grupo de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía, que está realizando gestiones para descubrir a qué organización pertenece el conductor detenido y a dónde iba la sustancia. La operación sigue abierta y en breve podría haber novedades, según las fuentes consultadas. Se trata de uno de los alijos «casuales» más importantes intervenidos en Palma en los últimos meses.