En un comunicado sin precedentes por su dureza, los sindicatos de la Policía Local de Palma exigieron ayer la dimisión del concejal Antonio Donaire y de la jefa de Seguridad Ciudadana, Pepa Peláez, por 'doblegarse' ante los líderes musulmanes tras los incidentes de la mezquita de Pere Garau.
CC.OO, SPPME, USO, STEI y CSI-CSIF reconocen en la carta que «se puede analizar el grado de elegancia, oportunidad, proporcionalidad, legalidad y demás circunstancias de la actuación», pero añaden que nunca se puede enfocar el conflicto «como un ataque al mundo musulmán». Los sindicatos insisten en que la detención de tres implicados debería haber seguido el cauce habitual en estos casos «y no romper el principio de autoridad porque se concentren más de 100 personas delante del cuartel de San Fernando amenazando con asaltarlo». Los arrestados, de hecho, fueron puestos en libertad a causa de la presión ejercida por los musulmanes a pie de cuartel.
«Como sociedad democrática y de Derecho existe todo un abanico de caminos donde poder protestar: juzgados, ayuntamientos, plataforma de emigrantes. Pero a ningún ciudadano se le hubiera permitido una coacción como la experimentada en este caso», añaden. Otro punto que ha indignado a gran parte del colectivo policial de Palma es que la jefa de Seguridad Ciudadana, Pepa Peláez, acudió al día siguiente de los hechos a la sede musulmana de Pere Garau para dar una rueda de prensa conjunta y anunciar que se investigará a los policías del GAP que quisieron entrar en la mezquita cuando perseguían a dos fugitivos refugiados allí: «Creemos que no se debe realizar una rueda de prensa en una sede islámica presidida por la bandera que no es de estas islas ni siquiera de este Estado, para pedir disculpas por una actuación policial antes de agotarse los trámites de investigación». Para los sindicatos «la policía sobre los valores de lo políticamente incorrecto o no y no puede caer en hacer distinciones entre ciudadanos».
Antes de exigir a la alcaldesa Aina Calvo la destitución inmediata de Donaire y Peláez, los representantes sindicales de San Fernando remarcan que «creemos que no debemos una disculpa a nadie, en todo caso pedimos disculpas a los demás ciudadanos de Palma por ser incapaces de cumplir uno de los preceptos que se reflejan en nuestra Constitución: "Todos somos iguales ante la Ley". Pedimos disculpas a los ciudadanos de Palma por haber cedido a las coacciones exigidas por un centenar de musulmanes».
Los sindicatos también tienen palabras de aliento para sus compañeros investigados por los incidentes de la mezquita de Pere Garau: «Pedimos disculpas por disponer de un grupo de policías y oficiales que bajo las siglas del GAP (Grupo de Actuación Preventiva), trabajan día a día para hacer cumplir la legislación vigente en nuestro municipio, siendo una de las secciones menos valoradas por nuestra Jefatura y más valorada por nuestros ciudadanos».
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