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EFE-ATENAS Los incendios que asolan los alrededores de Atenas continuaban ayer tarde sin control, azuzados por los fuertes vientos, mientras los bomberos y los vecinos de las zonas afectadas se preparaban para una tercera noche de pesadilla.

«La situación es extremadamente difícil debido a los vientos, el calor y el terreno», evaluó el ministro del Interior, Prokopis Pavlopulos, que coordina el trabajo de extinción.

El viceministro encargado de la Policía, Jristos Markoyanakis, reconoció hoy que «las condiciones son duras y los bomberos están cansados», pero continuarán «sin dar tregua al fuego».

Giorgos Karamesinis, jefe de Protección Civil en la prefectura este de Atenas, declaró ayer que «se trata de uno de los mayores incendios de las últimas décadas» y solicitó «más fuerzas». Los bomberos concentraban su atención al caer la noche en los puntos activos de Gramatikos y Varnavas, a 50 kilómetros de la capital, lugar donde comenzó uno de los peores incendios forestales de las última década, y que ardía fuera de todo control. Muchos de los habitantes de las localidades afectadas -Rudopolis, Vranavas, Agios Stefanis, Sesi, Gramatikos, Pendelis y Dionisos- blandieron palas y baldes de agua ante las cámaras de televisión y reafirmaron su intención de no irse de sus casas, tal como piden las autoridades. El viento continuaba soplando a unos 60 kilómetros por hora, lo que contribuía a mantener activos diversos focos que han consumido miles de hectáreas de bosques, casas, bodegas y coches en los entornos del monte Pendelis, a unos 15 kilómetros del centro de la capital.

Unas 10.000 personas de los pueblos que se encuentran cerca de las llamas fueron evacuadas durante la jornada de ayer debido al alto riesgo de morir calcinados, aunque inicialmente se resistieron a abandonar sus bienes a merced del fuego.

Los alrededores de Atenas vuelven a ser pasto de las llamas tras el verano de 2007, cuando se calcinaron unas 2.500 hectáreas de los montes de la capital. Ese año un total de 250.000 hectáreas fueron arrasadas y 65 personas murieron a causa del fuego.