«Son unos jóvenes un poco liantes»

El antiguo teniente de alcalde usó tres tipos de argumentos para rechazar las acusaciones por las que la Fiscalía le pide 24 años de cárcel: los éticos, «me parece imposible por mi moralidad», los racionales, con una enumeración exhaustiva de fechas y los conspirativos. Aunque sin entrar a fondo, el ex concejal afirmó que existe una «gran presión» desde fuera de la familia de los tres hermanos que le acusan y que, según él, tendría que ver con la situación de éstos en el país, ya que se trata de ciudadanos chilenos. Aunque señaló que «a lo mejor veo fantasmas», el acusado aludió también a intereses empresariales y políticos para justificar la primera denuncia. Ésta es la que alude a que compró drogas y pagó una prostituta a un joven de 16 años. De Santos vinculó al testigo con ASI, la formación política de Joaquín Rabasco, dado que la hermana del joven formaba parte de la candidatura de ésta por Palma y fue acompañada de la cabeza de lista de este partido a las Elecciones Municipales de 2007 a presentar la denuncia, la misma semana de la cita electoral. También aludió a un empresario hostelero con el que tenía un conflicto y a que la hermana del denunciante le culpa de haber sido despedida por éste, como móviles de esa venganza.

De Santos, por último hizo un repaso de las fechas en las que los entonces menores podrían haber sido víctimas de los abusos. «Me dio la idea Fiscalía y he repasado todas las fechas por mi tarjeta de crédito», afirmó. Así, concluyó que los abusos solo se pudieron producir determinados días de octubre de 2007 y que, en esas fechas, elementos como la distribución de la casa o su abono en las piscinas desmienten elementos de las declaraciones de los jóvenes.

El ex concejal fue preguntado también por una llamada telefónica que realizó desde la cárcel a la madre de los tres hermanos que le denuncian. El edil afirma que pidió perdón por la situación que estaban vivienda, «como padre, no por nada del juicio». La madre de los menores confirmó que recibió esa llamada, aunque no fue capaz de aclarar en qué sentido le pidió disculpas el ex concejal. Eso sí, afirmó que el acusado le dijo que «le iban a caer 20 años y que pensara en su mujer y sus hijos». Éste justificó la llamada en que se derrumbó después de escuchar el mensaje del Papa en Sydney a la juventud, en el que se habla de la necesidad de la verdad.

No fue la única alusión religiosa del juicio. La madre de los tres menores chilenos que denuncian los abusos, aseguró que la primera vez que sus hijos le dijeron que De Santos les había «tocado», no pensó en denunciar: «Lo iba a dejar sobre la mano de Dios, porque qué otra cosa íbamos a hacer». Sin embargo, según afirmaron él y su marido, sus hijos detallaron más lo ocurrido, una vez que en el instituto sospecharon que el menor había sufrido abusos. Entonces tuvieron una reunión con sus hijos y estos les contaron lo ocurrido, «estaban aterrados», dijo la madre. Los padres también hablaron con el «guía espiritual» del grupo católico al que pertenecían ellos y la familia de De Santos, a través del que se habían conocido. Éste, primero habló con el ex edil y luego les indicó que debían denunciar los hechos ante la policía.

En la jornada de ayer, también declararon como testigos los responsables del instituto al que acudía el menor de los tres hermanos que denuncia los hechos. Durante una entrevista realizada por una profesora en prácticas, el joven afirmó que había sido objeto de abusos sexuales. A partir de ese momento intervinieron la orientadora y la jefa de estudios del centro. Estas ratificaron las versiones de los hechos dadas por el joven y uno de sus hermanos y dieron credibilidad a sus palabras. «Es un chico muy discreto y tímido, un alumno óptimo. Es imposible que se haya inventado ésto», afirmó una de ellas.

En la jornada de hoy declararán quince testigos de la defensa, entre ellos la mujer de De Santos y los responsables del grupo neocatecumenal.

A pesar de que la mayor parte de ellos ya han cumplido la mayoría de edad, la sala Segunda de la Audiencia Provincial decidió que se celebraran a puerta cerrada las declaraciones de los testigos de cargo, es decir, los jóvenes que supuestamente sufrieron los abusos sexuales por parte de Rodrigo de Santos. En líneas generales, los jóvenes mantuvieron las acusaciones contra el ex edil, aunque pudieron haber incurrido en alguna contradicción en elementos periféricos. También cayeron en contradicciones los padres de los menores.