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Una cabo primero de la Guardia Civil de Algaida ha grabado a su sargento para demostrar que sufre acoso laboral. La suboficial tiene previsto denunciar mañana en los juzgados, por tercera vez, la supuesta «persecución» que padece en el Cuerpo. El denunciado, por su parte, sostiene que la mujer ha tergiversado los hechos y que no existe ningún «complot» en el acuartelamiento para perjudicarla.

 

Los primeros problemas entre la cabo primero y sus compañeros surgieron en septiembre del año pasado, cuando supuestamente un guardia civil le dijo que su marido era «un borracho». La suboficial lo denunció por amenazas y a partir de ese momento, según el relato de la denunciante, la actitud del sargento comandante de puesto y de otros agentes cambió de forma radical.

 

Incidente

Poco después, la cabo y el sargento tuvieron un incidente serio en el despacho de aquél, aunque las versiones son radicalmente opuestas según de quién provienen. Ella sostiene que quería revisar el libro de Normas de Régimen Interior y que el suboficial no lo tenía al día. En el despacho se produjo una discusión, que ella grabó con una cinta que escondía en uno de sus bolsillos, y que fue adjuntada a la denuncia posterior. En la grabación, a la que ha tenido acceso este periódico, la denunciante le repite en distintas ocasiones a su jefe «no me grites» y en un momento determinado el comandante de puesto llega a sospechar que le están grabando de forma subrepticia: «Si tienes alguna grabadora sácala», a lo que la interpelada le responde que «No tengo grabadora». La comandancia de la Guardia Civil de Palma tomó declaración a cuatro testigos, todos ellos efectivos del cuartel de Algaida, que coincidieron en apuntar a la cabo como la persona que levantaba la voz en el despacho. El sargento, según sus compañeros, tenía «cara de sorprendido». Otro añadió que la mujer había proferido frases tales como: «Te voy a hundir», que sin embargo, no aparece en la grabación. Por todo ello, la cabo denuncia que se trata de un complot contra ella y que han querido perjudicarla para que se le abriera un expediente por falta grave.

En enero del año pasado el coronel Basilio Sánchez Rufo, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, emitió una resolución interna por la cual acordaba «no iniciar el procedimiento sancionador correspondiente» contra el sargento denunciado por la cabo primero. El coronel, tras la información facilitada por el capitán de la Compañía de Calvià, consideraba que existían «suficientes priebas o indicios que den lugar a la apreciación de la supuesta falta leve que usted atribuye al sargento». Sánchez Rufo, sin embargo, elevaba el escrito al teniente general Director Adjunto Operativo, del Régimen Disciplinario, para que emitiera «las consideraciones que estime procedente».