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La medianoche del domingo 25 al lunes 26 de octubre se recordará como una de las más trágicas registradas en Palma en los últimos años. Minutos después de que una pareja muriera en un incendio en es Molinar, un edificio de cuatro alturas ubicado en la calle Alós esquina con Rodríguez Arias, junto a la plaza Serralta, se desplomó de forma súbita. El balance provisional es de siete fallecidos, cuatro heridos y varios desaparecidos, después que los trabajos de desescombro de esta mañana dieran con tres cuerpos más. Ha trascendido en los últimos instantes la identidad de uno de los fallecidos. Se trata de Pablo Andrés Valencia, de nacionalidad colombiana y 31 años de edad, según han confirmado fuentes judiciales.

Poco después aparecieron tres cadáveres más.

 

A las 23.20 horas la emisora de la Policía Local dio la voz de alarma: «Llama un vecino de la calle Alós alertando de que un edificio de seis alturas se ha venido abajo». En realidad eran tres alturas más la planta baja, pero la información era cierta: gran parte del inmueble había caído. El estrépito sobresaltó a los vecinos, que nerviosos se echaron a la calle.

 

Los primeros minutos fueron de gran desconcierto: los camiones de los bomberos no podían maniobrar por aquellas calles angostas próximas a la calle Industria y la grúa tuvo que retirar algunos vehículos mal aparcados. La Policía Local rápidamente precintó la zona y creó un perímetro de seguridad porque los curiosos se estaban acercando peligrosamente al edificio destruido.

 

De forma espontánea, un nutrido número de vecinos acudió a retirar escombros, en busca de los desaparecidos. «Es un edificio habitado, seguro que hay mucha gente entre los cascotes», repetían. Bomberos, policías locales, policías nacionales y sanitarios se sumaron a la operación y empezaron unos minutos de máxima angustia. A pie de calle había vecinos que lloraban desconsolados: «Nos podría haber tocado a nosotros». En un primer momento se habló de una explosión de gas y se solicitó la presencia urgente de Gesa. Incluso se alertó de que en la calle Villalonga, no muy lejos de allí, había otra fuga. Sin embargo, este extremo perdía fuerza al cierre de esta edición y los investigadores barajaban varias hipótesis, además de la deflagración como causa del desplome.

 

«Todos los efectivos disponibles deben colaborar en el desescombro manual de la finca, a la espera de que llegue la excavadora», gritaba por la emisora un policía, solicitando refuerzos. Una hora después del derrumbe, descubrieron entre las paredes desintegradas el cuerpo sin vida de una mujer. Poco después aparecieron tres supervivientes: dos estaban milagrosamente heridos leves y el otro presentaba fracturas y su estado era grave. Jaume Ripoll, gerente del 061, confirmó este balance provisional. Los heridos fueron evacuados a Son Llàtzer y Son Dureta, y una de las prioridades era poder hablar con los vecinos rescatados, para que contaran qué había ocurrido y, sobre todo, para que explicaran cuántas personas había esa noche en las cuatro plantas de la calle Alós.

 

Algunos coches de la calle, aparcados junto al edificio, quedaron sepultados por los cascotes. Las labores de desescombro se prolongaron durante toda la noche y los equipos de rescate utilizaron perros adiestrados. Cada cierto tiempo, los mandos del operativo solicitaban silencio a todos los efectivos para comprobar si se oían gritos de auxilio desde algún punto del edificio.

 

A las dos y cuarto una gran excavadora intentó acceder al edificio por la calle Industria, pero la entrada era imposible. Fue necesario mover algunos coches y que los bomberos dejaran espacio. «Las labores de desescombro con la excavadora son muy complejas porque tienen que hacerse muy lentamente. Si hay alguien con vida bajo los cascotes hemos de operar muy lentamente. Sin embargo, el tiempo corre en nuestra contra», informó un jefe de bomberos.

 

Poco antes de las tres de la madrugada se sumaron a las tareas de búsqueda agentes de la Guardia Civil, en concreto el grupo Cinológico, con perros adiestrados.

El derrumbe registrado la pasada noche en Palma, en el que han fallecido al menos seis personas, es el más grave de los ocurridos este año en viviendas y uno de los más graves de la última década.

Los dos heridos graves son una mujer de 47 años y un hombre de 73 que han sido trasladados a Son Llàtzer y Son Dureta respectivamente.
Entre las víctimas mortales hay una niña de unos 16 o 17 años, un hombre de 30 y una mujer y otro hombre de unos 60 años. De momento, el 112 no ha recibido datos sobre el sexo y la edad de los últimos fallecidos en ser rescatados.

MAL ESTADO DEL EDIFICIO
Los vecinos del edificio que se ha desplomado la pasada noche en Palma, así como los de los inmuebles colindantes, han denunciado hoy el mal estado en el que se encontraba la casa.

Víctor Mercedes Múñoz, trabajador de la construcción que esta noche ha ayudado en las labores de desescombro, ha explicado que los vecinos habían denunciado el mal estado del inmueble y que recientemente habían consultado el asunto con un técnico.

Múñoz ha relatado que el edificio presentaba grietas, en algunas de las cuales se podía introducir la mano, y que las últimas lluvias caídas en Palma habían ocasionado la aparición de más desperfectos en el inmueble, integrado por planta baja y tres plantas.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Vecinos Camp d'en Serralta, María Espinar, denunció hoy la degradación que sufre «desde hace años» esta zona del barrio donde, según explicó, la mayoría de edificios datan de los años 30, por lo que tienen una antigüedad de más de 70 años. «Hay muchos edificios muy antiguos que aguantan lo que aguantan», incidió al respecto.

En declaraciones a los periodistas en el lugar del siniestro, la presidenta de la entidad vecinal se mostró consternada por lo ocurrido puesto que, según dijo, «conocía a todas las víctimas», la mayoría de las cuales eran inquilinos de viviendas del inmueble derrumbado esta madrugada y que se ha saldado con un trágico balance de fallecidos.

Asimismo, Espinar explicó que hace unos cuatro meses vio andamios en la fachada del citado edificio, «pero al parecer sólo lo pintaron», si bien, dijo desconocer si en los últimos tiempos había acudido algún perito municipal a inspeccionar el edificio y comprobar el estado del mismo.

El regidor de Seguridad Ciudadana de Palma, Antoni Donaire, ha explicado en el lugar del suceso que el Ayuntamiento no había recibido ninguna queja de los vecinos, pero que el área de Urbanismo estudiará el expediente del edificio así como las condiciones en que el mismo se encontraba. Además, fuentes del consistorio dirigido por Aina Calvo han confirmado que el inmueble no había pasado la Inspección Técnica de Edificios al no tener la antigüedad marcada por ley.

La compañía de gas Gesa Endesa, por su parte, ha informado esta mañana de que sus técnicos han comprobado en el lugar del suceso que el derrumbe no se debió a una explosión de gas, dado que no han hallado ningún tipo de escape o fuga.

Los sucesos de estas características con mayor número de víctimas mortales de los últimos años fueron el que tuvo lugar en Palencia, el 1 de mayo de 2007, en el que murieron nueve personas, y el de Gavà (Barcelona), el 3 de diciembre de 2008, con seis víctimas mortales.

COSTERNACIÓN OFICIAL
La alcaldesa de Palma, Aina Calvo, ha afirmado hoy que el inmueble que se ha desplomado esta noche en la ciudad no debía pasar la inspección técnica de edificios (ITE) y ha pedido «prudencia» sobre las causas del siniestro.

Calvo ha declarado en el lugar del suceso a los periodistas, ante las denuncias de los vecinos sobre el estado del edificio, que no es bueno «elucubrar» sobre la causa del siniestro, asunto que requiere, ha dicho, «rigurosidad».

La alcaldesa ha agregado que las labores de desescombro en búsqueda de posible personas enterradas están siendo «costosas, intensas y lentas» porque el edificio está destrozado dadas sus características, ya que está construido con piedra porosa de marés, típica de Mallorca.

Calvo ha indicado que también está siendo complicada la identificación y la edad de las víctimas mortales, entre ellas una menor de edad. La alcaldesa ha indicado que, el de hoy, «es un día fatídico» debido a esta «tragedia» a la que ha seguido «una noche muy larga».

El Ayuntamiento de Palma, que tenía previsto celebrar esta mañana una sesión plenaria ordinaria, ha suspendido esa sesión y ha convocado para este mediodía un pleno extraordinario en el que se aprobará la declaración de dos días de luto oficial. El Govern balear, por su lado, ha convocado también una reunión extraordinaria de su consejo, que se celebrará a las 16:30 horas de esta tarde.