El arrestado conseguía que las máquinas le dieran premio saliera la combinación que saliera. | Archivo UH

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Demasiada suerte para ser verdad. Un joven de 25 años ha sido detenido por agentes del Servicio de Control de Juegos de la Policía Judicial porque tras su costumbre de ganar en las máquinas tragaperras había trampa.
Un empresario del sector, dueño de varios salones, denunció ante el Cuerpo Nacional de Policía que algunas personas habían manipulado sus máquinas. El grupo inició una investigación y llegó hasta un joven, Francisco G.T., que fue detenido como autor del delito. Junto a él, los agentes identificaron a otras dos personas que le acompañaban supuestamente en el momento en el que desvalijaba las máquinas.
El total del dinero estafado siguen bajo investigación, aunque hasta el momento los agentes sí han acreditado que supera los 800 euros.
El acusado, que ya tenía antecedentes por delitos similares, manipulaba las máquinas, de forma que éstas empezaban a darle premios en cada tirada, saliera la combinación que saliera. El proceso continuaba hasta que se agotaba el depósito de monedas. El detenido repitió el mismo procedimiento en varios salones de juegos de Palma.