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Marcelo Carmona, un boliviano testigo del trágico accidente ferroviario de anoche, ha asegurado que el paso subterráneo de la estación de Castelldefels estaba «abarrotado» y que, pocos segundos antes del siniestro, hubo una «oleada de gente que se lanzó a las vías» para ir a la playa.

Ha sido su primera verbena de Sant Joan en Cataluña y jamás la olvidará: «Se escuchó el claxon del tren varias veces y en tres segundos... se llenó todo de cadáveres, hubo muchos gritos y mucha angustia».

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Según relata Carmona, en declaraciones a Efe, «el tren en el que íbamos estaba muy lleno de gente, centenares de personas, sobre todo jóvenes y adolescentes».

«Yo iba con mi familia y me quedé más atrás cuando abrieron las puertas. Los jóvenes salieron hacia el paso subterráneo, pero es muy estrecho y se llenó enseguida. Entonces se produjo una oleada de gente que entró en las vías. El convoy llegó a toda velocidad, sonó el claxon varias veces y a los tres segundos todo se llenó de cadáveres», explica Carmona.

Según este testigo, la única manera de cruzar la estación en dirección a la playa era un «estrecho paso subterráneo», porque la pasarela de la estación -un paso elevado- está cerrada. «Y yo no vi que el paso subterráneo estuviese señalizado», ha apuntado.