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Una roca de gran tamaño se desprendió en la mañana de ayer en el kilómetro 57 de la carretera MA-10 (en el tramo entre Deià y Sóller) y cortó temporalmente la circulación.

La Dirección Insular de Carreteras del Consell informó al centro de emergencias del 112 que el desprendimiento de la gran roca, que ocupaba por completo el carril derecho de la carretera, iba a provocar un «tránsito alternativo y retenciones en la zona». Afortunadamente, no se trata de una vía demasiado transitada, sobre todo en esta época del año, así que el colapso de tráfico no fue tan caótico como se esperaba.

Los técnicos que acudieron al lugar de la caída de la roca examinaron el hueco desde el que se desprendió, para aclarar las causas de la caída, y después procedieron a triturar la piedra, utilizando maquinaria pesada. Las labores se prolongaron durante toda la mañana y parte de la tarde y los trozos fueron retirados después del asfalto por una pala excavadora. La Guardia Civil de Tráfico controló los trabajos y montó dispositivos antes y después del tramo cerrado para informar a los conductores que se acercaban de que debían disminuir la velocidad.

El Consell también pidió que los conductores extremaran las precauciones mientras durara el operativo de emergencia. Avanzada ya la tarde, se había recuperado la normalidad en ese punto kilométrico, por el que los vehículos podían circular sin problemas.